La Selección Nacional de México cerró su mini gira de dos partidos en Sudamérica con una derrota 2-0 ante River Plate en el Estadio Más Monumental de Buenos Aires, en un estadio repleto y en el que se enfrentó a un conjunto Millonario que se brindó ante su gente, en un encuentro en el que por momentos el Tri se vio superado, si bien en la parte final mejoró muchísimo.
Había que enfrentar este compromiso con lo que estaba a disponibilidad, en una representación de la Selección Mexicana que si de por sí llevó poco a Sudamérica porque los clubes no le quisieron prestar a sus mejores jugadores a Javier Aguirre, para el amistoso ante River Plate se presentó aún más diezmada.
Porque luego de la victoria ante Inter de Porto Alegre en Brasil, se bajaron dos de los mejores jugadores: Jorge Ruvalcaba de Pumas por lesión y Ramón Juárez, del América, para irse a celebrar el Tricampeonato de las Águilas.
Ante tal situación, el Vasco Aguirre tuvo que hacer malabares, además de que decidió darle minutos a otros de sus convocados. De tal forma que salió al campo del Más Monumental, con Andrés Sánchez en la portería, José Castillo, Gustavo Sánchez y Jesús Gallardo -quien salió como Capitán-, en línea defensiva.
En el mediocampo inició con Erik Lira, al tiempo de darle oportunidad a jugadores como Roberto Meraz y Jeremy Márquez, mientras que el tridente de ataque incial fue Efraín Álvarez, con Raymundo Fulgencio y Guillermo Martínez.
Ya desde leer esa alineación, se antojaba que este Tri iba a pasar problemas en uno de los estadios más difíciles no solo de Sudamérica, sino de todo el mundo; y así fue. Porque mientras Javier Aguirre batalló para presentar un cuadro titular medianamente decente, River Plate montó una fiesta y la aprovechó de polo a polo.
Antes de iniciar el encuentro, River Plate presentó a sus siete refuerzos, entre los que destacó Gonzalo Montiel, quien salió Campeón del Mundo con la Selección Argentina en Qatar 2022. Con su casa totalmente repleta, con 85 mil aficionados, porque este era su último juego de pretemporada antes de iniciar el torneo argentino, el conjunto Millonario se brindó ante su afición.
Apenas a los siete minutos del encuentro, uno de sus nuevos jugadores, Giuliano Galoppo, procedente del Sao Paulo de Brasil, marcó el 1-0 para River luego de un tiro de esquina en el que tras una serie de rebotes y toques, le quedó el balón para que dentro del área, sacara un zurdazo que se metió justo en el ángulo.
El arquero mexicano, Andrés Sánchez, voló solo para la foto porque no había poder humano que pudiera parar esa pelota y evitar el primer gol del conjunto argentino ante su casa y con su gente, que festejó con todo el primer tanto.
¡Gol de River a los 7 minutos! El conjunto argentino se adelanta en el marcador
— TUDN MEX (@TUDNMEX) January 22, 2025
🇦🇷 River Plate 1-0 México 🇲🇽
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Los primeros 45 minutos del encuentro fueron un parto para México. Sin poder agarrar la pelota, establecer sus condiciones y mucho menos poder plantarse en el campo, este Tri sufrió demasiado desde la primera parte.
La pelota la monopolizó River Plate; ver al conjunto argentino tocar la pelota en su cancha es un espectáculo: toques fuertes y precisos, siempre ofensivos, también porque México, si bien lo intentaba presionar, lo hacía con timidez.
En esa parte inicial, la figura de México fue el guardameta de San Luis, Andrés Sánchez, ya que evitó que el Tri se llevara tres en contra al mediotiempo. Sin embargo, no pudo impedir que al 33′ viniera un auténtico golazo del colombiano Miguel Ángel Borja.
De todos los errores que cometió la Selección en este partido, uno de los más claros fue esperar a que el árbitro les marcara acciones que los futbolistas mexicanos consideraban como falta ya fuera a favor o en contra.
Y eso le sucedió en la acción que derivó en el segundo gol argentino. Al 33′ Maxi Meza, exjugador de Monterrey, pisó el acelerador, intentó entrar al área por el centro del campo y le cometieron falta; los jugadores mexicanos se quedaron parados esperando que les pitaran la infracción; el silbante dejó correr la acción y el único que no lo hizo fue el colombiano Borja.
Sin levantar la cara y sin ni siquiera ver la posición del arquero Sánchez, sacó un bombazo espectacular que se clavó en el ángulo; una vez más, imposible para el guardameta potosino, quien de nuevo voló pero sin éxito.
¡Golazo enfermo de River! Borja aumenta la ventaja del conjunto argentino
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Con dos goles pasados apenas los 30 minutos del primer tiempo, la posibilidad de que México hiciera una vez más un ridículo internacional ya era muy latente. Porque más allá de por supuesto, esta ni de lejos es la mejor Selección Nacional, como sea es un representativo de nuestro país y eso es lo que importa.
Después del segundo gol Millonario, River siguió con el absoluto dominio del esférico. En lo absoluto, México se acercó al arco defendido por el guardameta Franco Armani. Si acaso, con un cabezazo del Memote Martínez que no produjo ningún peligro para el arco local.
Lo bueno es que la escuadra de Javier Aguirre llevó a buen puerto el juego hasta el mediotiempo, para replantear ideas y volver a comenzar; al menos para intentar cerrar con un balance positivo esta gira por Sudamérica y no venirse de regreso a México con una goleada de tierras argentinas.
Para la parte complementaria, al inicio del segundo tiempo entraron Pedro Pedraza y Rivaldo Lozano, mientras que al 58′ entraron Santiago Muñoz, más José David “Avión” Ramírez, en busca de refrescar la ofensiva y tratar de conectarse con el Memote en la ofensiva.
Y es que el delantero de los Pumas nunca tuvo acompañamiento en el campo, mientras estuvieron ahí jugadores como Efraín Álvarez y Raymundo Fulgencio. Quedó claro que si alguien le hizo falta a este Tri fue Jorge Ruvalcaba, quien ya no pudo estar para este encuentro.
En tanto, el entrenador de River, Marcelo Gallardo, también comenzó con su cascada de cambios, para darle minutos a los muchachos que tiene a disponibilidad y ver con qué cuenta para el inicio de la temporada en Argentina.
La dinámica del encuentro disminuyó en la segunda mitad; natural en este tipo de cotejos porque para River no dejaba de ser amistoso, mientras que para este México solamente era para que Javier Aguirre viera con qué nuevos futbolistas puede contar a futuro.
Al 70′, Aguirre mandó más cambio y entraron tanto el jovencito Gilberto Mora más Elías Montiel. Sumado a la entrada previa de Santi Muñoz, México mostró una cara relativamente distinta y se vio mejor.
Intentó ir al ataque con base en un nuevo dinamismo producto de la sangre nueva azteca y eso produjo que el Tri tuviera cinco tiros de esquina prácticamente consecutivos. Lo malo fue que como el Memote Martínez ya había salido, no había una referencia de altura en ataque.
Cierto es también que River bajó las revoluciones; con tanta modificación hecha por el Muñeco Gallardo, la escuadra millonaria entendió que el partido ya estaba hecho y lo que importaba era hacer una buena presentación ante su gente, si bien ya el segundo tiempo fue malo del conjunto local.
Por eso fue también que el Tri se vio un poco mejor; con chavos como Montiel, Mora, Rivaldo y Santi Muñoz que intentaron poner de su cosecha, amén de demostrarle a Javier Aguirre que tienen los argumentos para ser convocados en partidos de mucha mayor relevancia.
La última parte del encuentro, el representativo mexicano se vio mejor, aunque no le alcanzó para al menos descontar en el marcador y traerse al menos un gol de su visita a Buenos Aires, aunque se puede decir que esta gira en Sudamérica terminó con un saldo positivo con la victoria en Porto Alegre y la derrota ante un River Plate, pero con un equipo plagado de chavos interesantes como Mora, Montiel, Santi Muñoz y en Brasil con lo que hizo Ruvalcaba en ataque, más la solidez de Ramón Juárez en defensa.
Tras los dos partidos en el cono sur del continente, la Selección Mexicana regresó de inmediato a territorio nacional, para que los futbolistas se reincorporen a la brevedad con sus equipos, de cara al inicio de la Jornada 3 del Clausura 2025.
Y Javier Aguirre, a sacar conclusiones de estos dos encuentros, en los que más allá de los resultados, el Vasco lo que quería probar era la personalidad de los jugadores mexicanos en escenarios complejos como claramente lo fue en Sudamérica. Mil veces ir y perder con River Plate, que ganarle a una selección cualquiera en un partido “molero” en Estados Unidos.