México enfrentará un sorteo completamente distinto al de ediciones anteriores. Por primera vez en mucho tiempo, el Tri no llega esperando un golpe de suerte, sino como cabeza de serie, gracias a su papel como anfitrión del Mundial 2026 junto a Estados Unidos y Canadá. Esta condición lo coloca en una posición privilegiada dentro del bombo principal.

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Aunque su lugar como anfitrión le garantiza evitar a selecciones de élite como Brasil, Francia, España o Argentina, esto no significa que México esté libre de dificultades.

El sorteo puede acomodar rivales que compliquen el camino desde el primer día, por lo que el escenario aún está lejos de ser totalmente favorable.

Panorama del sorteo: ¿qué se espera para México?

Según un análisis realizado por Sports Illustrated, existen dos caminos posibles para el Tri. El primero sería un grupo accesible que le permita comenzar con tranquilidad; el segundo, un grupo exigente que obligue a México a jugar al límite desde su debut. La diferencia entre ambos escenarios es amplia.

El grupo ideal para el Tri

En el escenario más amigable, México podría encontrarse con Australia como rival del bombo 2, un equipo competitivo pero sin la jerarquía de las potencias. Del bombo 3, el rival ideal sería Uzbekistán, selección sin experiencia en Mundiales. Finalmente, del bombo 4 podría llegar Nueva Zelanda, un conjunto que, en teoría, México debería superar sin mayores problemas.

Un arranque favorable para construir confianza

Un grupo así permitiría un debut menos presionado, con espacio para ajustar el funcionamiento, analizar variantes tácticas y tomar ritmo de cara a los cruces directos. Sería el escenario perfecto para que el equipo de México ganara confianza en su Mundial como anfitrión.

El grupo más difícil que podría tocarle a México

Del otro lado del espectro se encuentra el escenario más complicado. En él, México podría enfrentar a Uruguay desde el bombo 2, una selección intensa, talentosa y con un historial incómodo para el Tri. En el bombo 3 aparecería Noruega, con figuras como Erling Haaland y Martin Ødegaard, capaces de cambiar cualquier partido.

Un rival explosivo desde el bombo 4

Para completar el grupo más duro, del bombo 4 podría tocar Ghana, una selección física, veloz y con tradición de sorpresas en los grandes torneos. Este escenario pondría a México en un grupo donde cada partido podría definir su futuro desde el primer minuto del Mundial.