AIDA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

México vive el peor momento en adición de capacidad instalada en energía eólica, como consecuencia de los permisos detenidos por las autoridades, así como por la falta de proyectos ante la incertidumbre existente en este sector.

De ahí que el sector, exhortó al gobierno federal a promover las políticas para que el país vuelva a ubicarse entre las potencias de América Latina y pueda aprovechar las oportunidades del nearshoring, en donde las empresas exigen energías limpias.

Así lo afirmó Leopoldo Rodríguez Olivé, presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), quien señaló que en 2022, se lograron adicionar 158 Megawatts (MW) de este tipo de energía, alcanzando un total de siete mil 317 MW; gracias a proyectos que ya se habían ingresado y que se autorizaron para entrar en operación.

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Para este año, se espera que pueda sumarse más capacidad instalada de energía eólica en México, con la aprobación por parte de las autoridades, de los proyectos que están pendientes y que podrían sumar 400 MW; aunque observó que en estos momentos no hay proyectos en puerta.

“La ONU ha declarado que hemos entrado en la era de la ebullición global y que los próximos cinco años serán los más cálidos jamás registrados. Esto significa que este 2023, que ha roto tantos récords de temperatura, podría ser el menos caliente de los que vendrán, de ese tamaño es la emergencia. No hay duda, la energía eólica y en general las energías renovables deben estar en el centro de las políticas energéticas en todo el mundo, para mitigar la crisis climática y avanzar hacia un verdadero desarrollo sustentable”, dijo.

Y destacó que la producción de energía eléctrica mediante la eólica desempeña un papel crucial en la reducción de emisiones, ya que se estima que el sector evita la emisión de alrededor de ocho mil 835 billones de toneladas de CO2 equivalente, al año, que equivale a sacar de circulación a 1.9 millones de automóviles de las calles.

En la presentación de la 11 edición de México WindPower 2023, a celebrarse del 5 al 7 de septiembre próximo, Rodríguez Olivé destacó que en 2022 la industria contribuyó con nueve mil 500 empleos directos, y representa una inversión significativa para México, alrededor de 13 mil millones de dólares acumulados, tan sólo en la construcción e instalación de parques eólicos, lo que se suma la inversión en operación, mantenimiento y servicios asociados.

A pesar de la falta de certidumbre en el país, aseguró que el sector seguirá trabajando y colaborando tanto con las autoridades, con los reguladores, la academia, empresas y la sociedad en general, “para avanzar hacia el crecimiento de las energías renovables para la descarbonización de nuestra matriz energética y el desarrollo de un sistema eléctrico confiable con costos de energía que impulsa en este desarrollo de México y de las inversiones que siguen y seguirán llegando como parte de este fenómeno que conocemos como la relocalización o nerashoring”.

En tanto, Ramón Fiestas, presidente del Global Wind Energy Council (GWEC) para Latinoamérica, señaló que 2022 es de los peores registros de la historia de México desde el punto de vista de la instalación de nueva capacidad eólica.

Dijo que aun cuando México ha incrementado su ambición climática desde la perspectiva de adaptarse a las tendencias internacionales en cuanto a reducción de emisiones, “la realidad es que no lo ha puesto en práctica las políticas necesarias para que esto sea así”.

De ahí que, señaló, México tiene la gran oportunidad histórica de acoplarse a la política industrial norteamericana que está demandando ese apoyo del país como un mercado que puede prestar servicios “enormemente competitivos”.

Por ello, llamó a que se adopten mecanismos y políticas para que en México pueda volver a haber proyectos de energías renovables de manera convencional dentro del sistema eléctrico, como lo ha sido en el pasado.

“No solamente va a ayudar a mantener al país en un régimen de competencia y de competitividad, sino porque va a ser precisamente esto el detonador de la modernización del sistema eléctrico”, aseveró.

Consideró que se instalan al año, en promedio de cuatro mil 500 a cinco mil MW eólicos, lo que representa entre 20 y 25% de toda la potencia eléctrica instalada en la región y México que tradicionalmente era el segundo mercado en aportar esta capacidad, sólo por detrás de Brasil, ha perdido posiciones dentro del ranking en favor de otros países que ha seguido adoptando políticas de manera más sostenida.