La Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM) se han convertido en la policía de Estados Unidos.

Luego de la exigencia de Donald Trump en 2019 y la amenza de incrementar los aranceles a las mercancías mexicanas de exportación, el gobierno mexicano a través de canciller Marcelo Ebrard aceptó enviar nomás ¡27 mil agentes! a las fronteras norte y sur.

¿El objetivo?

Que no lleguen los migrantes y que no soliciten asilo y, mucho menos, entren ilegalmente.

Que los gringos duerman tranquilamente.

Con el triunfo de Joe Biden la situación empeoró.

El demócrata cambió la política de Trump y dijo que los atenderían.

¿El resultado?

Miles de migrantes quieren irse a vivir allá.

Biden modificó a la hora de verdad su dicho y, en lugar de recibirlos, los rechaza y los explusa.

-Cierto que los gobiernos deben vigilar su territorio, pero el rol de las autoridades mexicanas, policías de Washington, es lamentable se escuchó en radiopasillo.

A deshacerse de Colón

Ahora sí ya se volaron la barda.

Como si no hubiera asuntos más importantes que atender, la prioridad es deshacerse de Cristóbal Colón y sus tres carabelas.

Ahora se colocará la figura de una mujer indígena.

Qué bueno que se valore a la mujer y a los indígenas, pero ¿en realidad es más importante modificar la glorieta de Colón -como se le conoce desde hace décadas- que, por ejemplo, enviar células policiacas a vigilar cruceros y vías rápidas donde diariamente hay asaltos a automovilistas?

Y es un solo ejemplo de temas clave.

Mire que estar en constante disputa con todo lo que haya llegado desde España hace 500 años.

– Retirar la figura de Cristóbal Colón raya en lo absurdo, por algo que sucedió hace siglos, se escuchó en radiopasillo.

Antes, el árbol de la noche triste

El árbol de la noche triste, donde Hernán Cortés habría llorado su derrota ante los mexicas, ahora es el de la Noche Victoriosa. Bueno, así se llama la calzada.

Nomás 501 años después y en el marco de la celebración de la fundación de Tenochtitlan, la serie de ocurrencias continúa.

¡Ah y la famosa avenida Puente de Alvarado -por Pedro de Alvarado, operador de Cortés- ahora se llama calzada México-Tenochtitlan!

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