Con 88 votos a favor y 17 en contra, el Senado de la República aprobó que el maíz sea reconocido como parte de la identidad nacional y no sea modificado genéticamente para su producción.

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Los senadores aprobaron la iniciativa que previamente hizo la Cámara de Diputados con 409 votos a favor y 69 en contra para reformar el tercer párrafo del artículo 4 constitucional para que el maíz sea reconocido como un alimento de origen e identidad nacional y de esta manera no pueda ser producido por medio de transgénicos.

Lo anterior, con el objetivo de que “esté libre de amenazas para la biodiversidad, la salud y el patrimonio biocultural”, sin que se produzcan afectaciones a la población, así como para proteger la soberanía alimentaria, la biodiversidad, el manejo egroecológico y permitir la investigación científica-humanista.

Con la aprobación de la reforma, se estableció que el estado deberá prever el desarrollo rural para garantizar el bienestar de los campesinos, se fomenten los cultivos con semillas nativas y se conserve la agrobiodiversidad, además de que se deberá realizar un monitoreo de la producción agropecuaria, así como la industrialización y la comercialización.

De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y el Uso de la Biodiversidad, México cuenta con 59 de las 64 razas de maíz consideradas como nativas, lo que identifica al país mundialmente “por su vasto patrimonio natural”.