Sin lugar a dudas que Antonio Mohamed es uno de los mejores entrenadores que hay en el futbol mexicano, con su calidad probada con títulos en tres distintos equipos en la Liga MX.

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Pero si algo también caracteriza al “Turco” es que es un viejo lobo de mar y que se sabe cualquier tipo de artimaña, para intentar sacar ventaja.

Máxime de cara a un partido decisivo por un título y ante un equipo Tricampeón como lo es América. Equipo al que ya logró amarrar en el juego de ida con base en juego ríspido y cortar bastante el cotejo con patadas.

Aunado a ello, sí que sorprendió la ausencia del goleador portugués Paulinho, quien se dijo únicamente que tiene “molestias físicas” que le impidieron estar en el juego de vuelta.

Mohamed le hará al misterio lo más que pueda con Paulinho

Claro está que ningún técnico se daría un tiro en el pie y menos en una Final, al no poner a su mejor delantero a menos que fuera una situación importante.

Sin embargo, Mohamed se las sabe todas y si bien Paulinho no pudo estar en la ida por las molestias, el técnico le jugará lo más que pueda al misterio para descolocar al América.

Porque claramente no es lo mismo que el técnico contrario, André Jardine, se ocupe o no en cómo marcar al dos veces Campeón de goleo de la Liga MX, por lo que Mohamed estirará lo más que pueda la situación del delantero portugués.

“Todavía no sabemos (si jugará la vuelta). Trae una molestia, así que vamos a hacer lo posible para que el domingo pueda estar. Dependerá de la evolución que tenga y el cuerpo médico va a hacer todo lo posible para que pueda estar”, dijo de manera muy escueta Mohamed al término del cotejo este jueves.

Lo cierto es que cualquier jugador, a menos que realmente esté imposibilitado de jugar, se diría listo para disputar un partido y máxime si es una Final, por lo que se antoja sumamente difícil que Paulinho no esté ni un solo minuto en el Nemesio Diez este domingo.

Y eso claramente lo sabe Mohamed, por lo que si bien su discurso fue de cautela, también lo hizo con una alta dosis de misterio, justo para “destantear” al rival y dejarlo en ascuas hasta una hora antes del juego definitivo, cuando se den públicamente las alineaciones.