Martín Avilés / Ovaciones
Foto: Carlos Herrera
Cuando Mónika Orozco tomó su celular para abrir el mensaje de su entrenador, se quedó en shock. Sin imaginarlo, la piloto de 15 años acababa de recibir la oportunidad más grande de su vida, al enterarse de que el próximo 5 de mayo en Morelia debutará oficialmente en el Campeonato Mexicano de Ralllies y se convertirá en la mujer más joven que jamás haya conducido un auto en el máximo serial nacional de este tipo.
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Tan pronto recibió la noticia, por su mente pasaron cada uno de esos momentos con su padre, cuando acampaban para poder ver pasar los autos de Campeonato Mundial de Rally (WRC) en el Rally Guanajuato México que hasta el año pasado se desarrollaba en la terracería del Bajío o como cuando iba a las pistas para ver correr a su papá en la Fórmula Vi y a su tío Francisco Orozco en la Clío Cup de la Copa Corona.
“Me enteré por mi entrenador. Me emocioné, me alegré y grité. Estoy muy emocionada porque todo mi esfuerzo por fin se va a dar a la luz, mi dedicación, horas de estar practicando y estas cosas las voy a poder enseñar, todo mi esfuerzo. Estoy muy feliz y emocionada”, dice a OVACIONES la adolescente.
Mónika Orozco
Mónika solía bailar. La danza era lo que más le apasionaba, en general, todas las artes escénicas, siempre y cuando pudiera fluir en el escenario. Pero sin darse cuenta, el automovilismo la enamoró de un flechazo, justo como llega ese amor puro por el que suspira el mundo entero.
“Antes de empezar en los coches, pues yo bailaba, cantaba, actuaba y hacía de todo, me encantaba todo el mundo del arte. Pero empecé en esto del automovilismo por mi papá y mi tío; mi papá corría antes en una Copa y mi tío corría en la Clío Cup, pero no era como que dije que quería correr coches, no lo imaginaba, pero me llevaron una vez a los coches de rente y dije ‘de aquí soy’, me encanta, lo amo y quiero hacer esto toda mi vida”, asegura.
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Pero todo sueño conlleva sacrificios y sinsabores que pueden truncar ese recorrido hacia la meta. El primer desafío al que se enfrentó Mónika fue el de la barrera del machismo, toda vez que la brecha de género se mantiene como uno de los desafíos más grandes de la sociedad. Según la Real Academia Española, discriminar es seleccionar excluyendo. Es dar un trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos o de sexo, algo que ocurre cotidianamente en el deporte motor, al ser considerado como una práctica exclusiva para hombres.
“Es complicado, pero la verdad es un reto el querer demostrar que las mujeres también podemos. No solo los hombres, las mujeres también podemos, claro que sí. Estamos hechas para el automovilismo, motos y todo lo que los hombres dicen que es deporte de hombres y cuando corro en karts, es raro ser la única niña ahí entre tantos niños, pero es poner todo el esfuerzo y toda esa dedicación y a darle”, comparte la piloto.
Los roles de género impuestos por la sociedad dictan que el hombre debe conducir y mostrar rudeza, mientras la mujer debe conformarse con tareas domésticas y sumisión. En pleno Siglo XXI, esas creencias siguen siendo parte de la cotidianidad, al grado que hace 10, tres años, Susie Wolff incursionó en los ensayos libres del Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1.
Mónika Orozco
Ahí, el piloto mexicano Checo Pérez bromeó al declarar que prefería que las mujeres estuvieran “en la cocina”. Y no conforme, el tapatío agregó: “Que te gane una mujer no sería bueno, mejor en la cocina”. Tras la polémica, Pérez argumentó que sus palabras fueron sacadas de contexto y se disculpó. Pero el daño ya estaba hecho y no fue sino el reflejo de lo que es una vergonzosa realidad.
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“Yo me inspiro mucho en Susie Wolff y Majo Rodríguez que es una gran amiga mía, cuando la conocí, es un amor de persona ella, la vedad. Ha echo muchas cosas y cuando la veo es wow, qué orgullo que una mujer pueda correr tantas categorías el mismo día, entonces ellas son mi mayor inspiración”, dice Orozco, perteneciente al equipo TV4 Guanajuato.
En México, el total de mujeres trabajadoras asciende a unas 24.7 millones, mientras los hombres son alrededor de 36.2 millones. A pesar de que el 51% de la población mexicana se compone por mujeres, el género femenino representa apenas el 40.6% de la fuerza de trabajo.
Además, la brecha salarial de género en este país es de 15.8%, lo que implica que por cada 100 pesos que percibe un hombre como paga por su empleo, una mujer recibe 84 pesos. Las nuevas generaciones llegan para dar una esperanza para combatir esta desigualdad, y ejemplos como el de Mónika Orozco, son un estandarte en la lucha de las mujeres por erradicar esta marcada brecha de género.
“En WRC no han corrido, sé de una rusa que corre en campeonatos nacionales allá, alemanas y eso, pero pocas mujeres, en Italia hay una que otra mujer de copilotos, pero las mujeres son se animan a correr WRC pese a ser muy capaces pero no se animan por ese miedo de qué dirá la sociedad”, reconoce la joven.
“En unos años mi meta es llegar a WRC y marcar historia. Mi mayor sueño es llegar a WRC y ganar un campeonato, sé que suena a un sueño muy lejano pero con mi esfuerzo espero poder llegar a lograrlo y en unos años sí me veo corriendo en Europa”, finaliza.
