Muchos movimientos en apenas un par de semanas ausente de esta redacción, luego de unas merecidas vacaciones. Con la Feria de Aniversario en la México a punto de concluir, la actividad en la Plaza El Nuevo Progreso de Guadalajara cobra importancia por la catadura del toro que ahí se lidia, además del futuro de la tauromaquia en duda, aunque recién se frenó la discusión sobre la prohibición de las corridas de toros en la capital azteca.
Con México en la recta final y Guadalajara en la parte álgida, surgen tres nombres que podrían ser pieza fundamental para que el público regrese en gran número a las plazas. Es navegar en la comodidad de la medianía decir que hay buenas entradas. Es difícil y el mejor termómetro es el coso grande. Ahí están las imágenes. En los festejos fundamentales de la Feria de Aniversario, el público acudió en gran número, pero tras estos hay más cemento que personas en el coso de los Insurgentes.
En la catedral del toreo en América sonaron con fuerza dos nombres: Diego Silveti y Ernesto Javier ‘Calita’, quienes con su respectivo sello emocionaron y triunfaron con fuerza. El torero guanajuatense lo hizo en la tarde estelar, con Enrique Ponce, al que obligó a regalar un toro para acompañarle en la salida a hombros.
El mexiquense ‘Calita’ enfrentó un toro que a la postre sería indultado por el juez de plaza. El torero apoderado por José Luis Alatorre no la tenía fácil, pues es de los pocos toros que salen en la vida y en un escenario como la México. ‘Que te toque un toro bravo’, dice la maldición gitana, porque el toro bueno descubre al torero malo. Afortunadamente para la tauromaquia mexicana no fue así y el de Tlalnepantla cumplió con creces. Habría sido interesante verle oficiar con la toledana, pero también habría sido injusto por el gran ‘Hechicero’, de la ganadería de Las Huertas, un toro ‘hecho y derecho’, además de bravo, que regresó al campo bravo, donde una vez se recupere de las heridas vivirá hasta que el destino así lo quiera acompañado de ‘bellas doncellas’.
Al mismo tiempo en Guadalajara, Diego San Román se jugó la vida como si no le perteneciera. Hacía mucho que un torero no aparecía en primera plana y el queretano lo logró.
Silveti, ‘Calita’ y San Román son de generaciones diferentes lo mismo que sus respectivas tauromaquias. Eso sí, todas emocionantes.
Además, algo habrá pues Silveti y ‘Calita’ no pertenecen a las grandes casas de apoderamiento, lo que San Román, sí.
Sin los toreros de importación es difícil vender el boletaje taurino, pero si los promotores tienen sensibilidad para darle al público lo que busca, tienen ahí una combinación de lujo ‘orgullosamente mexicana’.
Qué interesante resultaría una combinación con estos tres diestros mexicanos y un encierro de algunas de las prestigiadas ganaderías mexicanas que se caracterizan por enviar toros serios, en el tipo del ganado mexicano. En el Altiplano hay varias fincas de ese alto nivel y para el ánimo torista.
En lo que respecta a la discusión sobre prohibición de las corridas de toros en CDMX, que recién se dio a conocer, era algo que se veía venir.
La ola de problemas que enfrenta el país tanto interna como externamente hace que las autoridades estén obligadas a enfocar sus baterías en temas urgentes. Pero hay más, y sí no, al tiempo.
El tema se irá a la congeladora un buen tiempo, en tanto no lleguen momentos electorales. ‘No va’, le respondió Clara Brugada a una persona cercana a ella, cuando le preguntó sobre el tema de la prohibición taurina.
Esto no quiere decir que no pasa nada. La espada de Damocles pende sobre la tauromaquia y más tarde que temprano podría haber algunas modificaciones, si es que los profesionales taurinos no se ponen las pilas.
Hoy no habrá pregunta de la semana, sino el más ferviente deseo de que pronto mejore el valiente diestro tlaxcalteca Emilio Macías, quien cayó herido el sábado en Tlaxcala.