Narco no cesa en insólitas formas para traficar droga

18, junio 2022

URBANO BARRERA

 

El pasado 6 de junio elementos de la Secretaría de Marina constataron que el crimen organizado no cesa en su creatividad y formas insólitas para traficar droga.

En pleno Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) intentó introducir 23.65 kilos de ropa impregnada con cocaína, como si fuese ropa de algodón almidonada.

A raíz de esta intercepción todos los elementos adscritos a la vigilancia interior de la terminal aérea fueron alertados sobre las múltiples posibilidades de tráfico.

Es casi seguro que, seguirán encontrándose formas poco comunes de ocultar droga en su tránsito a Estados Unidos, Canadá y Europa.

Tan pronto se constituyó la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) y el cuerpo especial de custodia de la Secretaría de Marina-Armada de México (SEMAR), se capacitó al personal y se dispuso de mayor equipamiento de Rayos X.

De igual forma se ha colocado en puntos estratégicos a binomios caninos especialistas en detección de drogas, armas, explosivos y dinero en  efectivo.

Hace una semana, se localizó la ropa impregnada con cocaína en el equipaje documentado de un pasajero mexicano procedente de Santiago de Chile y detectó irregularidades en los efectos personales.

Ante ello, se realizó una prueba ocular y se solicitó el apoyo de un binomio canino naval.

En forma inmediata, marcó la presencia de sustancia ilícita que resultó ser clorhidrato de cocaína.

El pasajero y el equipaje fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR).

En el AICM y en las más de 50 aduanas del país se han asegurado  drogas en múltiples y peculiares formas.

 

Destacan las frutas como: plátanos, sandías, mangos, guayabas, manzanas, naranjas y uvas rellenas con droga.

También aguacates, pepinos, cebollas, chiles frescos y enlatados con alcaloides y opiáceos.

Por las fronteras terrestres se ha traficado droga en pescados, mariscos y diversos cárnicos.

De igual forma, en pasteles, donas y churros espolvoreados con cocaína y diversas piezas de repostería con drogas similares al azúcar.

Se alertó a los Marinos sobre presencia de droga como metanfetaminas y fentanilo dentro de lácteos, quesos y tamales.

Además de estas formas, existen las tradicionales como catapultas, narcotúneles, ‘clavos’ en compartimentos secretos, tubos metálicos, ‘patos’ de PVC, cajas de tractocamión refrigeradas, llantas, aeronaves, drones, ‘mulas’ y cápsulas en el estómago.