POR AIDA RAMÍREZ

De cara a la discusión de la reforma constitucional en el sector eléctrico, queda claro que la única forma de que la economía mexicana se reactive y logre un crecimiento mayor al estimado, que ya ronda a la baja entre 1.2 y 1.8 por ciento para 2022, es con mayor inversión y para ello se requiere dar certidumbre, cambiar el discurso y restablecer la seguridad pública.

Y es que, luego de que la economía mexicana se estancó en los últimos meses de 2021, tras la contracción registrada en el tercer trimestre de ese año de -0.7 por ciento, la inversión también se encuentra 14 por ciento por debajo de su nivel de enero de 2019, cuando debería de estar en niveles de 25 por ciento entre inversión pública y privada.

Problema de varias décadas

En estos momentos es el sector de la construcción el que muestra el mayor rezago, “ante la ausencia de políticas públicas que promuevan certidumbre para este componente de la demanda interna”, indica el Informe Situación México de BBVA México.

Carlos Serrano Herrera, economista en Jefe del grupo financiero, afirma que el problema de bajo crecimiento del país “no es de ahora sino de varias décadas; es una economía que se ha ido rezagando frente a otras economías emergentes y para atacar este problema es necesario tener mayor inversión y para esto hay que cambiar las señales y ofrecer más certidumbre”.

En pocas palabras, la mejor forma de medir la percepción de certidumbre que se tiene en el país es el flujo de las inversiones, y éstas simplemente están rezagadas, aunque el crédito bancario fluye, pero es para consumo, y no así por temas de infraestructura.

Señaló que México está ante una oportunidad histórica para atraer inversión, principalmente de Asia, y lograr mayores tasas de crecimiento ante la intensificación de cuellos de botella en las cadenas de proveeduría a nivel global, lo que llevará a las empresas a querer instalar su producción más cerca de Estados Unidos, aplicar el concepto de “near shoring”.

Sin embargo, apuntó que para aprovechar este momento el gobierno debe cambiar la retórica sobre la amenaza de cancelar permisos y contratos.

“Las palabras cuentan, la certidumbre cuenta, y en este sentido si queremos atraer inversión hay que fortalecer el estado de derecho, que entre otras cosas significa respetar contratos y leyes, así sean contratos que no nos gusten y que hayan sido suscritos por otros gobiernos, los contratos se respetan”, apuntó Serrano Herrera.

Mejorar seguridad pública 

En un estudio, el Banco de México (Banxico), aseveró que de fortalecerse la seguridad pública en el país, la inversión podría incrementarse hasta 6.1 por ciento.

“Para el caso mexicano se ha encontrado que, ante el crimen, las firmas pueden cerrar definitivamente, emigrar a otros países, contratar seguridad privada, cambiar la logística de sus procesos productivos o, inclusive, pagar la extorsión sin recurrir a las autoridades”, señala el instituto central al tomar la investigación Responses to Crime-Entrepreneurs in Mexico.

Al mismo tiempo, en las encuestas los especialistas del sector privado han señalado que entre los principales obstáculos para la recuperación de la economía del país destacan los relacionados con los problemas de gobernanza por la incertidumbre política y con las inciertas condiciones económicas internas por las presiones inflacionarias en el país.

De ahí que consideran que la inversión mantiene su deterioro como resultado, en gran medida, de las inquietudes sobre esos factores.

Apenas en noviembre pasado, la inversión productiva en México se redujo 0.1 por ciento mensual, para situarse 3.8 por ciento por debajo del nivel observado en febrero de 2020, antes de la pandemia.

Pero mirando hacia atrás, está 16.7 por ciento por debajo de su máximo histórico, registrado en septiembre de 2015.

Ya en enero de este año, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), informó apenas hace unos días que la inversión fija bruta registró un crecimiento de 8.4 por ciento en comparación con enero de 2021, y de 2.2 por ciento en comparación con diciembre de 2021, el incremento mensual más alto en seis meses

Con base en cifras ajustadas por estacionalidad, el crecimiento de la inversión se debió a que los gastos efectuados en construcción aumentaron 4.8 por ciento a tasa mensual, impulsados por la construcción no residencial (para obras públicas), que tuvo un incremento de 14 por ciento y esto compensó que los gastos en construcción residencial disminuyeron 2.7 por ciento.

El comportamiento de la construcción contrarrestó la caída de 1.1 por ciento en maquinaria y equipo total, de origen nacional e importado.

Dentro de los gastos en maquinaria y equipo, destaca que los de origen importado disminuyeron 7.1 por ciento a tasa mensual, los relacionados con equipo de transporte presentaron un retroceso de 11.7 por ciento y los de maquinaria, equipo y otros bienes una disminución de 6.2 por ciento.