“NO SABÍA SI IBA A VIVIR”

El chileno agradeció el apoyo de médicos y de los entrenadores Solari y “Piojo” Herrera

S A N J O S É , CALIFORNIA.- Tuvo que pasar un año, cinco meses y 4 días para que Nicolás Castillo volviera a pisar la cancha junto con sus compañeros.

El delantero del América rompió el silencio para hablar de uno de los peores capítulos de su vida, la cual estuvo comprometida por una trombosis vascular, en enero de 2020.

“Disfrutar cada momento aquí, en la cancha es maravilloso, estoy contento, mi familia también lo está.

“Recuerdo el momento en el hospital, estaba con incertidumbre de qué iba a pasar, no sabía si iba a vivir o quedar bien de mi pierna, agradezco a todos los que estuvieron conmigo, porque fueron muchas operaciones de urgencia”, describió el chileno, en una entrevista compartida por el Club América, sobre el martirio que vivió.

FAMILIA, SU MEJOR MEDICINA

Sin el apoyo de su familia, Nico Castillo difícilmente pensaría en su vuelta. “Recuerdo un momento en casa sin hacer mucho, mi familia siempre me ayudó…”, atizó.

Posteriormente, Nico dejó ver el vacío que hay en su sentir por la distancia con su pequeño hijo (en Chile) y por la ausencia de su abuelo.

“Siempre le pedí a él (a su abuelo), en cada momento, es a él al que le pido a toda su ayuda, me gustaría que estuviera mi abuelo recibiéndome en la cancha , disfrutar con toda mi familia, porque son los que vieron el peor momento de mi vida”.

“VOLVÍ A DEBUTAR”

El momento esperado del andino llegó en la presentación de las Águilas en suelo estadounidense, en el amistosos contra Santos Laguna. “El 4 de julio lo voy a recordar el resto de mi vida. Fue como mi debut, así lo siento, por volver a la cancha estaré agradecido con la gente que mandó su buena energía, siempre es bueno leer mensajes de aliento. Fue como el debut en Católica, el mismo deseo, ilusión y nervios”, confesó entre lágrimas.

“Me hubiese encantado que al salir de la cancha, recibir a mi familia, abrazarla, abrazar a mi hijo”.

AGRADECE ATENCIÓN

Nico no dejó de lado a quienes lo acompañaron desde el día uno en el hospital, al cuerpo técnico del América y a los médicos que llevaron su caso en más de año.

“A la gente del club, que siempre estuvo cerca y no me dejó solo, el primer día que fui al club, tras las cirugías, me abrazaron, sentí su cariño. Lo dejé todo en la recuperación, fueron muchas lágrimas, pero agradezco que por ellos estoy aquí”, y agregó, “me ayudaron a volverme a sentir futbolista”.

FELIZ CON SOLARI

El cambio de proceso en la dirección técnica también deja en el aire su continuidad con el club, sin embargo, Castillo está agradecido tanto con el argentino Santiago Solari como el extimonel azulcrema Miguel Herrera.

“Agradecido con Solari, porque ha llevado mi situación, me enojaba porque no me dejaban hacer todo, hoy entiendo cuando el DT me decía que no podía.

A los que se fueron, Miguel y su Cuerpo Técnico, fueron importantes en mi situación, se queda en el corazón y lo disfruto en cada momento.

“todo pasa por algo, todo lo que vivo es al máximo, aquí estoy vivo con mi pierna, caminando y volví al futbol… A la gente, decirle que disfrute su vida, que es única, pero con su responsabilidad”, concluyó el goleador chileno, quien arribó a Coapa tras su breve paso por el Benfica de Portugal, y cuyas credenciales como artillero las concretó en México con los Pumas.