Si bien en el país se requiere más vivienda para satisfacer la demanda, como lo indicó la presidenta Claudia Sheinbaum al presentar el programa de vivienda, no es el gobierno el que debe construirla, sino la iniciativa privada, aseveró BBVA México, al señalar que el dinero que utilizaría el Infonavit para la construcción de casas son los recursos que ahí tienen ahorrados los trabajadores, pero además, porque se podría ubicar en donde no está la demanda.

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Destacó que una de las razones por las que hay un problema de asequibilidad, donde el precio de la vivienda crece muy por encima de los ingresos, es por restricciones a la oferta, por lo que se deben crear incentivos, observó Carlos Serrano Herrera, economía en jefe de BBVA México, al explicar que el precio de la vivienda aumentó 56.9% entre 2016 y 2022, y el ingreso por trabajo apenas fue de 2.5 por ciento.

En este sentido, alertó que si la construcción de vivienda finalmente no es rentable para el gobierno federal, quienes absorberán las pérdidas serán los trabajadores que tienen sus recursos y si los usan para su retiro, podrían verse mermados.

Aseveró que en el país “existen un número elevado de empresas que se dedican a la construcción”, por lo tanto, sostuvo Serrano Herrera, “lo que se debe intentar hacer para atacar el problema de la oferta es aumentar el número de permisos para construir vivienda. En muchas zonas del país hay restricciones a la construcción y eso hace que las viviendas sean más caras”.

Señaló que, si el gobierno decide no construir más vivienda de interés social, se debe poner en marcha “un programa inteligente de subsidios para que los constructores lo tomen, porque si el Estado construye, advirtió, “existe el riesgo de que se construya donde no está la demanda, de que se politicen las decisiones”.

Durante la presentación del Informe de Situación Inmobiliaria, se advierte que el crédito que está ofreciendo la banca comercial para adquirir vivienda, no habrá crecido al concluir 2024, y que más bien disminuirá 2.9%, con una contracción de 4.0% del monto colocado en términos reales; aunque para 2025, se estima que se mantendrán los flujos y podría haber un aumento en la colocación de hipotecas.

“Durante el primer semestre del 2024 se otorgaron 232.9 mil créditos hipotecarios, 11.4% más que en los primeros seis meses del 2023. Estos créditos suman 261.1 mil millones de pesos, con lo que el monto originado creció 2.2% en términos constantes. Este resultado positivo se debe a la mayor colocación de hipotecas por parte de los institutos públicos, ya que la banca va en sentido opuesto y retrocede 6.8% en número de créditos y 9.2% en monto”, indicó el informe.

Además, resalta que a pesar de la contracción de la demanda de crédito hipotecario bancario al primer semestre del 2024, hay siete entidades donde creció la colocación de este tipo de préstamo, en donde Tabasco y Quintana Roo son los estados con mayor avance, con 9.5% y 5.3%, respectivamente, seguidos por Baja California con 3.0% y Coahuila con 2.2%. Y los estados con avances marginales son Colima con 0.8%, Querétaro con 0.6% y Nuevo León con sólo 0.3 por ciento.