FLOR YÁÑEZ
La lotería es uno de los símbolos más representativos de México cuyos orígenes se remontan a la antigua Roma. La iconografía que conocemos data de 1887 y fue impresa por el empresario francés Clemente Jaques; de ahí que la carta número uno sea el gallo y logo de su empresa. Luego apareció la lotería campechana que incorporó elementos del tarot al tablero. Consta de 54 cartas cada una con un número, una imagen y nombre diferente. El juego comienza cuando el “cantor” saca una carta al azar y anuncia su nombre; si la imagen aparece en el tablero del jugador, le pone un “frijolito” encima. Esto se repite hasta que alguien completa la tablilla y grita: ¡Lotería!
Este juego es una maravillosa representación del escenario social en el que vivimos, que encubre los fenómenos sociológicos y antropológicos de las prácticas culturales, rituales, folclore y el arte que ha existido en nuestro país. Las imágenes en el tablero son los arquetipos del control de las estructuras sociales que aún existen, es decir, los modales y lo esperado en una sociedad como la nuestra. La carta de la dama representa una mujer femenina, delicada, modesta, bien vestida y amable; el catrín es un hombre apuesto, caballeroso y ensalzado; el valiente aparece con una pose desafiante y el borracho, es el reflejo de los vicios y la falta de carácter; la bandera es el nacionalismo mexicano; el soldado, la fuerza y valentía para defender a la patria y el negrito, representa la llegada de los africanos a Veracruz en lo años 20s.
Carlos Cuarón en su cortometraje “Sístole, diástole” de 1997, reveló el paisaje mexicano de la época mediante este popular juego para hacer ver a la gente, los roles sociales en los que participan y las políticas de identidad que existen en el imaginario cultural. El filme intercala las tarjetas de la lotería con escenas de los personajes en la pantalla e inesperadamente, invertirte los arquetipos tradicionales, presentando nuevas propuestas a la realidad social presente. El personaje Vigo encarna el arquetipo del Catrín, Susy el de la Dama y Nena, la Sirena. La Nena es símbolo sensualidad y atracción para Vigo y Susy, representa para su familia los valores de amabilidad y sencillez. Nena le confiesa a Vigo que está enamorada de Susy, entonces el catrín ya no es Vigo, sino Susy.
Los tiempos han cambiado ya no concuerdan a esa lotería del siglo IXX. Es tiempo de actualizar las cartas y ajustarlas a las transformaciones que existen, buenas o malas. Quizá nuevos íconos como: “La muerta” (en representación de los feminicidios) “El Queer” (representando a la comunidad LGBTI), El Pejelagarto (el presidente y sus ocurrencias), El Avión estrellado (fracaso del AIFA), La casilla incendiada (el INE), El billetito (la inflación), Los Payaso (políticos haciendo su circo para la elección), pudieran ser un ejemplo. ¿Qué otros íconos propone usted para representar al entorno social? Participemos en la modificación de la percepción hacia la realidad social.
