Ocoyoacac: lugar de iglesias, senderismo y su tamal de ollita

4, diciembre 2023

Paola Montoya/El Sol de Toluca

Foto: Paola Montoya/El Sol de Toluca

Imagina que estás en un bosque rodeado de pinos y árboles altos como los gigantes de los cuentos de hadas, flores pequeños que rozan tus tobillos y un cielo azul despejado donde puedes observar las nuevas blancas, así de claro y tranquilo se observa Ocoyoacac, un municipio ubicado en el Estado de México que le hace honor al significado de su nombre, “lugar donde empiezan los ocotes o los pinos”.

 

 

Si te gusta explorar nuevos lugares, de aquellos que parecen estar escondidos hasta que un buen buscador los encuentra, Oco, como le llaman sus residentes, es el lugar perfecto para ti. Prepara tus tenis, la bicicleta, la ropa cómoda y las ganas de descubrir, que hoy te platicaré de esta aventura.

 

La región está conformada por 14 barrios, en cada uno de ellos fue construido un templo, por lo que decidimos nombrarlo, “lugar de iglesias”. La parroquia principal la podrás encontrar en el centro, su arquitectura que conserva la creación de los artistas del México colonial, hecha de piedra y con un arco grande en su entrada, impresiona a cualquiera que la conoce.

Y su historia lo hacen aún más, este dato te va a sorprender, al entrar a la parroquia de San Martín voltea hacia el suelo donde encontrarás un camino de monedas desde la entrada hasta los pies del altar, son decenas de centenarios pegados sobre el cemento y cubiertos con un cristal, si te detienes a observar podrás ver algunas con imágenes de ex presidentes del país, denominaciones que fueron descontinuadas, muchas de ellas creadas en el siglo pasado.

 

Años atrás, un sacerdote llegó a la iglesia y como un acto de fe, pidió a los feligreses llevar monedas de oro, plata y bronce para que fueran insertadas en sus cimientos, este acto hizo que se lo conociera como la única iglesia numismática en América Latina, desafortunadamente el nombramiento se perdió, pues debido a un incendió, una parte terminó calcinada y tuvo que ser reconstruida.

Después de esta historia de misticismo, llegó el momento de comenzar el recorrido para llegar a una cascada, lo puedes realizar a pie, en bicicleta o auto, en algún punto del recorrido, tu vehículo se tendrá que quedar porque la naturaleza le impedirá el paso. Iniciamos, el primer punto que tienes que visitar es el museo José María Luis Mora, donde podrás informarte de la historia del municipio, encontrar fotografías del municipio antiguo, así como las actividades primarias que realizaban para obtener alimentos y recursos económicos, como la pesca, el cual está ubicado en el centro, a un costado del palacio.

 

Continuando con el recorrido, el segundo destino es el Paseo de la Panorámica, que lo encontrarás en la parte alta del municipio desde donde podrás observar a toda la región y comunidades cercanas, tus ojos se impresionan con la lejanía que verá, como las nubes parecen tocar las montañas y los pinos cubren al pueblo, como si lo estuvieran protegiendo, el aire mueve las hojas de los árboles y la calma se hace presente, este será tu momento de relajación.

Después del momento de tranquilidad, podrás tomar tantas fotos como quieras, de aquellas que parecen postales, al terminar comenzará el viaje hacia Río Hondito, donde podrás conocer un lugar que es el hogar de la naturaleza, para llegar tendrás dos opciones, rodear y llegar a las vías de tren donde dejarás tu auto o desde el mirador, continuar caminado sobre las vías del tren hasta llegar.

 

La entrada hacia el lugar es maravilloso, la experiencia de caminar sobre las vías del tren que se están perdiendo entre la naturaleza que las ha ido cubriendo, es única, en el recorrido encontrarás un arco grande, hecho de piedra que pareciera una estación, que ahora solo ha quedado en el recuerdo, después de caminar por cerca de 15 minutos, pasar por piedras, esquivar palos y troncos, pasar por un riachuelo, encontrar caballos, otros senderistas que les gusta la aventura, llegarás a la cascada.

La cascada esta rodeada por piedras de color negro, que son cubiertas por el agua que cae, su agua se ve cristalina, transparente y al tocarla, te congela las manos, debajo de ella hay una cueva, la leyenda dice que el Robin Hood de Ocoyoacac guardó miles de monedas dentro de ella, y aunque hubo quien intento entrar por el tesoro nadie lo consiguió.

La caminata concluye ahí, es momento de regresar, tomar agua, un descanso y recuperar la energía después de esa excursión por el bosque, conocer la naturaleza y compartir tus recuerdos con tus amigos, familia o conocidos, porque un buen viaje siempre se platica, y decir que conociste desde la montaña hasta la laguna.

 

Su tamal de ollita

Ir a Ocoyoacac y no probar su tamal de ollita, es como ir al mar y no comer mariscos, saborear este platillo gastronómico, es ley cuando se visita a la región, el cual podrás encontrar por las mañanas y las noches en los pequeños puestos que se instalan fuera de la iglesia, en las esquinas del centro, a un costado de palacio o en la entrada del municipio, y que son visibles en las calles por cubrirse con un sombrilla grande.

El tamal de ollita es una receta milenaria que inició con la idea de una artesanía, aunque hacerlos es realmente un arte, en Tepexoyuca, un barrio de Ocoyoacac realizaban artesanías de alfarería, las mujeres y hombres que iniciaron a crearlos, veían como moldeaba el barro con las manos y de ahí surgió la idea, decidieron hacer lo mismo con la mass ya preparada, le dieron forma de una ollita, la que se rellena de salsa y carne, y se cubre con totomoxtle, la hoja de maíz seco, la receta persiste y hasta la fecha el 60 por ciento de la población lo sabe hacer.

 

Los tradicionales son de salsas hechas con tomate, jitomate y verde, rellenos normalmente de pollo o cerdo, que tienen un costo de $20 y que se puede acompañar de un atole caliente. Comerlos es un deleite al paladar, al partirlo la salsa líquida que guarda en su interior cae sobre la masa suave, que al probarlo con el pollo, lo hace una combinación especial.

Su fecha especial

Un fin de semana antes de que comience semana santa, cientos de personas realizan el carnaval, en el que participan chinelos, arrieros, estudiantes, bailarines, grupos musicales, dueños de restaurantes, tiendas, familias que realizan tamales, pobladores y vecinos, todos recorren las calles principales y en su camino reparten comida, bebida y dulces, es una fiesta que reúne a miles de ocoyoaquenses, donde las risas y la empatía se disfruta en ese día.

El recuerdo

Para llevar a casa podrás encontrar algunas artesanías hechas por manos de hombres y mujeres ocoyoaquenses, como algunas figuras creadas con hojas de maíz, tallados en madera y maestros alfareros que con el barro le dan forma a los diversos artículos de cocina que ofrecen. Si lo prefieres puedes llevar un recuerdo para compartir, aquí podrás encontrar licores artesanales de distintos sabores.

 

¿Cómo llegar desde la CDMX?

Si viajas en carro tienes dos rutas, la libre y por la autopista, en la primera opción solo gastarás en la gasolina, para un auto de 4 cilindros con $300 pesos podrás llegar a tu destino y regresar a la CDMX. Deberás tomar la carretera con destino a Toluca, tú decides si pagar $105 para tomar una autopista que te llevará a la entrada de Ocoyoacac, el tiempo de viaje aproximadamente desde el centro de la ciudad al municipio es de 1 hora con 15 minutos.

 

Para llegar en autobús no es difícil, en la terminal de Observatorio salen los camiones que llegan hasta el destino, el costo del viaje es de $63 solo ida o tienes la opción de comprar el viaje redondo que tiene un precio de 100, el transporte te dejará en el centro.