Otis, categoría 0 en prioridades de la 4T

13, noviembre 2023

GABY SALIDO

Otis dejó grandes afectaciones en el estado de Guerrero. Además de las vidas que cobró este desastre natural, son evidentes los daños en inmuebles e infraestructura del Estado.

Por desgracia, parece que la tragedia no termina. Desde el pasado 25 de octubre, la marejada de malas noticias tras el huracán, sigue causando estragos a las y los habitantes de Acapulco y Coyuca de Benítez.

Tristemente, ya no so causa de la naturaleza, sino a consecuencia de decisiones que han tomado las autoridades federales.

A casi 300 kilómetros de distancia, en la CDMX el Ejecutivo Federal y la Cámara de Diputados, minimizan la tragedia que aún subsiste, olvidando su obligación legal y humanitaria.

Mientras se apuesta a la resiliencia y a la solidaridad de los mexicanos, se pone al descubierto la capacidad de reacción y atención oficial, en casos de emergencia.

Sin contar con información oportuna para tomar previsiones por el huracán, hoy la perla del pacífico mexicano, enfrenta las consecuencias de la mano de un gobierno distante.

Cada centímetro del puerto, genera desolación inexplicable, ya que, además de reconstruir el hogar de miles de personas, debe haber condiciones atraer al turismo.

Para dimensionar lo importante de esta actividad económica, en acapulco viven casi 780 mil personas según el INEGI, tan solo en el año 2022 se alojaron 330 mil turistas, el equivalente al 42.3% de la población.

De ahí que, miles de familias dedicadas a esta actividad, vean aún lejana la reconstrucción ante los muchos pendientes por atender.

Por ejemplo: daño al medio ambiente y afectación al clima: consecuencia de la falta de vegetación; infraestructura: vías y viviendas afectadas, o rezagos en reconexión de energía eléctrica.

También se alertó que las condiciones del entorno son un foco rojo en materia de salud, pues inundaciones y escombros, pueden provocar brotes de enfermedades.

Cualquier persona, vería estas condiciones como el argumento suficiente para no afirmar que la emergencia ha terminado. Por el contrario, el camino es muy largo aún y las necesidades, apenas se hacen evidentes.

No obstante, en la aprobación del Presupuesto de Egresos 2024, la Cámara de Diputados quedó a deber a Guerrero; la mayoría morenista, no aprobó mayor recurso económico para acelerar el proceso de reconstrucción.

Por su parte, el Presidente mandó un mensaje de “tranquilidad”, diciendo que hay recurso suficiente para atender la tragedia, y anunció una de las ya acostumbradas “inversiones históricas”  de la 4T; ahora para el puerto de Acapulco.

Será que ¿También el huracán cayó como anillo al dedo, para demostrar la capacidad de la 4T?

No hay duda que existencia el recurso para atender el desastre. El problema, es la prioridad a la cual se ha dirigido.