AGENCIA EFE
Foto: Cuartoscuro
GUADALAJARA.- Los padres y madres de familia son el primer eslabón para disminuir los embarazos no deseados en adolescentes mexicanos, aunque en muchas ocasiones son la figura que obstaculiza la información sobre salud sexual que estos reciben en la escuela, afirmó este sábado el experto en biología de la reproducción humana, Alejandro Rosas Balan.
Los padres “pueden convertirse en una barrera de la misma escuela para capacitar a los adolescentes”, dijo luego de su participación en el Foro nacional para médicos generales sobre planificación familiar, que concluye hoy en la capital del estado de Jalisco, en el bajío mexicano.
El especialista comentó que los primeros proveedores de información en torno a la salud reproductiva de los menores deben ser los tutores mexicanos, por lo que deben de buscar capacitarse en la materia.
Añadió que solo el 7 % de la información sexual que reciben las y los adolescentes de México es de calidad, por lo que el principal reto de sus padres es hablar con sus hijos sobre la prevención de un embarazo y las enfermedades de trasmisión sexual, incluso si no quieren que sea la escuela la que lo haga.
“Hay instituciones que brindan esta información a los padres para concientizarlos de la problemática que es el embarazo en adolescentes y tomen la rienda si no quieren que un profesor, probablemente no capacitado, les hable (sobre sexualidad)”, refirió.
Rosas señaló que la educación sexual impartida a adolescentes por tutores se debe de hacer basado en “evidencia e información de calidad”.
El médico del Instituto Nacional de Perinatología en México, detalló que en los países europeos la educación sexual es otorgada por el Estado desde la educación básica, mientras que en México muchos padres de familia se oponen a que sus hijos reciban esta información en los centros escolares.
Recordó que la Norma Oficial Mexicana 047 permite que las adolescentes reciban información reproductiva y métodos anticonceptivos por parte del personal de salud, incluso sin el consentimiento de los padres, como una manera de proteger sus derechos reproductivos.
Rosas subrayó que, en México, uno de cada cinco embarazos ocurren en adolescentes de entre 10 y 19 años de edad.
Durante su ponencia en el foro, Samuel Santoyo, médico del Hospital de Ginecología y Obstetricia “Luis Castelazo Ayala”, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explicó que, por su efectividad, una de las mejores opciones para las adolescentes son los anticonceptivos reversibles de acción prolongada.
Añadió que estos métodos son seguros, no afectan de manera significativa el ciclo menstrual, pueden ser usados en pacientes que no deben consumir estrógenos y no dependen de que la paciente tenga la rutina de ingerir un medicamento o acuda al ginecólogo de manera periódica para su renovación como ocurre con la píldora o los parches subdérmicos.
Santoyo aclaró que por su eficacia, el implante subdérmico tiene una tasa de fracaso del 0,05 %, es decir, que por cada 1.000 mujeres que lo utilizan, menos de 1 % se embarazan, mientras que el Dispositivo Intrauterino de Levonorgestrel tiene una tasa de 0,2 % y en los inyectables de progestina la tasa es del 6 %.
El médico especialista también afirmó que los anticonceptivos reversibles son recomendables para que pacientes de cualquier edad los utilice y son ideales para las adolescentes debido a que pueden durar hasta siete años sin afectar su ciclo menstrual, aunque debe ser un profesional de la salud quien lo coloque de acuerdo al historial médico de cada mujer.