Pato O’Ward es una de las más grandes estrellas de la actualidad en IndyCar y, aunque también alterna como piloto de reserva de McLaren en Fórmula 1, aguarda por su merecido lugar en la élite del deporte motor. Para conseguirlo, un buen primer paso podría darlo este fin de semana, cuando busque la victoria en la icónica Indy 500, una de las joyas que conforman la Triple Corona del Automovilismo.

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El piloto de 26 años pasó del karting en México y Estados Unidos a cruzar el Atlántico para probar suerte en los monoplazas. Su sueño era la F1, pero al no conseguir suficientes puntos para su superlicencia, regresó a Estados Unidos y se unió a las categorías inferiores de la categoría más cercana a la F1, como es la IndyCar.

El regiomontano ha prosperado en la categoría, al consolidarse gracias a su talento mientras busca la joya de la corona de la serie con una victoria anhelada en las 500 Millas de Indianápolis. Estuvo cerca en los últimos años; de hecho, la dejó escapar por muy poco en 2024, pero después de clasificar en la primera fila el domingo pasado, llegará a esta edición 109 con la esperanza de cambiar su suerte y lograr ese objetivo.

Sin embargo, una infracción al reglamento por parte del equipo Penske, luego de que se hallaran atenuadores traseros modificados en sus autos 12 y 2 durante el Fast 12 en el Indianapolis Motor Speedway, ha robado los reflectores al salpicar a la icónica carrera. Lo que ha dejado sumamente molesto a O’Ward.

“Es un evento de clase mundial. No es un evento nacional. Es un evento de clase mundial. Es fundamental asegurarnos de que todos compitamos en igualdad de condiciones, al menos con la legalidad”, dijo a Motorsport ante la violación a la norma que habla sobre modificaciones en el atenuador trasero, la 14.7.8.16 del reglamento.

El nacido en Monterrey, Nuevo León, se mostró indignado ante tal situación, ya que el propietario del equipo infractor, Roger Penske, también es dueño de la IndyCar Series y del propio Indianapolis Motor Speedway, un escándalo de grandes proporciones que afecta a todos por igual en el serial.

“Es importante darse cuenta de que, aunque hay tanto en juego, el equipo que comete estas infracciones es dueño de la serie. Son dueños del Speedway. Son dueños de la serie. Son el referente. Son los héroes para muchos de nosotros y nosotros somos los underdogs que luchamos por ser como ellos. Somos el equipo que lucha por vencerlos. ¿Qué ejemplo estás dando? Primero, para tus fans; segundo, para el honor de tu propia serie. Y tercero, ¿qué le estás mostrando a la gente? No se ve bien”, acusó.

O’Ward comenzó su camino hacia la IndyCar en 2014 y alcanzó el éxito en Estados Unidos, al ganar su categoría en las 24 Horas de Daytona tres años después. Luego, un momento crucial en su trayectoria llegó en 2018, cuando se unió a Andretti Autosport para competir en Indy NXT, la categoría júnior de IndyCar. De 17 carreras, ganó nueve, se aseguró el campeonato de pilotos al superar al subcampeón Colton Herta y fue nombrado Novato del Año.

Su gran oportunidad llegó a fines de octubre de 2019. Después de conducir a tiempo parcial esa temporada de IndyCar con Carlin, McLaren anunció que O’Ward sería parte de su alineación de pilotos para 2020 con Arrow. A lo largo de cinco temporadas completas, ha conseguido cinco poles, siete victorias y 25 podios, además de terminar entre los cuatro primeros del campeonato de IndyCar en tres ocasiones.

En teoría, O’Ward se quedará con el equipo al menos unos años más, tras firmar una extensión de contrato multianual el año pasado. Con la mira aún puesta en la Fórmula 1, este fin de semana será crucial para el mexicano de Arrow McLaren, si es que quiere convencer a Cadillac de contemplarlo como posible piloto de cara a la temporada 2026 de la máxima categoría.