Película “El ascensor” sumerge en un bucle a Gorka Otxoa y a Marimar Vega

15, enero 2021

México, 15 ene (EFE).-La nueva película del director español Daniel Bernal, “El ascensor”, busca reflexionar sobre los vínculos humanos a través de un encierro accidental que una pareja vive en un elevador donde tendrán numerosas veces la misma discusión.

“Pensamos ¿cuál es el peor momento en el que te puedes quedar atrapado?, pues en una discusión de pareja”, dice Bernal de forma irónica en entrevista con Efe sobre la película que se estrena hoy por Amazon Prime Video.

Protagonizada por el español Gorka Otxoa y la mexicana Marimar Vega, la película plantea los problemas de una pareja que tras varios años juntos se ven obligados a discutir una y otra vez mientras intentan salir de un ascensor roto que hace las veces de una “máquina del tiempo estropeada” al sumergirlos en un “bucle espacio temporal”.

“Es una pareja con problemas o sea que es muy convencional, supongo, tienen sus discusiones como las mejores parejas, la cosa es cómo lo afrontamos, cómo lo planteamos y hablamos”, dice Gorka sobre los personajes de Sito y Ana.

En primera instancia, la película ha sido catalogada en el género de ciencia ficción pero, según explica el director, a la hora de escribir el guión junto a su amigo y guionista Jordi Farga, ambos tenían claro que querían experimentar una mezcla de géneros.

“Lo que intentábamos desde el guión y con la puesta en escena era hacer una evolución de géneros, que empezara como una comedia romántica luego fuera evolucionando a una comedia más negra y luego al terror, a la aventura, y creo que lo conseguimos”, asegura Bernal.

Para Gorka la película es “un viajazo emocional”, en el que interpreta a un hombre que de primera instancia califica como mentiroso, pero que experimentará varios cambios a la lo largo de la película.

“Es un jeta, es un tío buscavidas muy manipulador que mete sus trolas, tiene esa facilidad para embaucar, pero el personaje tiene una evolución muy bonita e interesante y a lo largo de la película pasa por diferentes estadios”, explica Otxoa.

UN TERREMOTO, UN APRENDIZAJE

Cuando Jordi y Bernal salieron de la escuela de cine se pusieron a trabajar en proyectos para comenzar su carrera de forma profesional y “El ascensor” nació de esos primeros esbozos.

“Dijimos bueno, vamos a escribir un largometraje y vamos a hacer una película en poco tiempo y ya han pasado 10 años”, dice con humor Daniel quien ha tenido que atravesar por muchos retos para ver la película terminada, como el terremoto ocurrido en Ciudad de México en 2017.

“Fue complicado acabamos el rodaje en 2017 y aunque conseguimos el dinero para grabar y somos una producción muy pequeña, sí que tenemos bastante postproducción y eso es lo que nos ha retrasado un poquito, afortunadamente en el 2020 salió muy rápido”, explica.

Antes del 2017, ni Daniel, ni Gorka habían experimentado ningún tipo de temblor, sin embargo, el haber vivido algo así los llenó de experiencias y de fortaleza y ambos se sumaron a brigadas de ayuda.

“Será uno de los momentos más duros e impactantes de mi vida hasta que me muera, espero no tener más, pero como dice Dani yo no había vivido un temblor en mi vida. Ver cómo surfeábamos me giró la cabeza, sentí una vulnerabilidad que nunca había sentido”, asegura Otxoa.

Pese a ello los dos “amenazan con volver”, pues quedaron muy contentos con sus experiencias en México.

Aunque han pasado varios años desde que se inició el proyecto, el tiempo en el que es presentado “El ascensor” es muy especial y significativo pues ahora funciona como una metáfora al encierro que se ha vivido durante la pandemia.

“La gente va a entender muy bien a los personajes después de todo esto que hemos vivido, para bien o para mal, en ese sentido la película se va a entender mucho mejor”, comenta Daniel.

Y como “siempre hay que tener un guión en el cajón”, Bernal está trabajando en una serie que trata universos paralelos mientras que Gorka espera el estreno de una serie ambientada en los años 40 que grabó para Amazon Prime Video, la serie “Paraíso”, y una obra de teatro llamada “La coartada”. EFE