Pilar Mansilla / Ovaciones
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Bajo la aclaración de que no son vendedores ambulantes ni comerciantes, sino trabajadores no asalariados y decididos a no perder la tradición de tocar en Plaza Garibaldi, así como en otros espacios públicos, organilleros, vendedores de artesanías, café, boleadores de zapatos y de revistas antiguas, con ayuda de organizaciones no gubernamentales narraron en ocho historias su modo de vida en busca de crear conciencia sobre la importancia de su función en la Ciudad de México.

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Ante una competencia “desleal” con los comerciantes establecidos y los daños laborales que les dejó la pandemia de Covid-19 están negados a dejar los oficios que han heredado por generaciones y que les ha permitido a unos seguir en las calles en busca de alegrar a un capitalino o turista y a otros permitirles ofrecer una carrera universitaria a sus hijos.

Hoy, sólo piden a las autoridades del gobierno de la Ciudad de México que se les reconozcan sus derechos, como es el recibir servicios de salud y es que, desde 2019 en el Congreso de la Ciudad de México está “en la congeladora” la iniciativa de Ley de Trabajo No Asalariado.

Dentro de sus demandas está el que se “descongele” la iniciativa, pero también que sea modificada, ya que buscan que dentro de esta se incluya lo que son realmente sus necesidades y no las que los legisladores consideran que son.

Durante la presentación del libro “El Servicio Invisible: Crónicas sobre trabajo no asalariado en la Ciudad de México”, Yuleina Carmona, de la organización Mujeres en Empleo Informal: Globalizando y Organizando (WIEGO, por sus siglas en inglés) indicó que, en la Ciudad de México, que sin importar que el 50 por ciento de las personas trabajen en el empleo informal es necesario que cuenten con los mismos derechos de la otra mitad que lo hace en el sector formal.

En este sentido, Andrés Teodoro González, director de Trabajo y Previsión Social del gobierno de la Ciudad de México, aclaró que los trabajadores no asalariados se rigen bajo la ley de 1975 y que, pese a que no se ha discutido en el Congreso de la Ciudad de México la Ley de Trabajo No Asalariado, cuentan con los mismos derechos y obligaciones.

Incluso, argumentó que a diferencia de los vendedores asalariados están exentos de pagar por tener derecho a uso de suelo para instalar su negocio, así como por la credencialización y que, aunque con la nueva Constitución de la Ciudad de México se hicieron diversos cambios en materia de salud, “no se han quedado en la indefensión” ya que dependiendo del espacio son canalizados a una institución de salud para recibir atención médica.