Por más que lo intentaron de una manera ingeniosa, la dupla más exitosa de TV Azteca se vio obligada a abandonar sus transmisiones alternativas del Mundial de Clubes después de implementar una estrategia legal ingeniosa que no fue suficiente para evitar la presión de los propietarios de derechos y competencia.
TV Azteca anunció oficialmente que no transmitiría ni la Copa Oro ni el Mundial de Clubes. La Copa Oro quedó fuera porque la televisora no adquirió los derechos de transmisión de Concacaf, mientras que el Mundial de Clubes se convirtió en contenido exclusivo de DAZN y Televisa.
Esta situación dejó a millones de seguidores de Christian Martinoli y Luis García sin su narración característica, lo que motivó a la dupla a buscar alternativas creativas para mantener su conexión con la audiencia.
Inicialmente, los comentaristas estrella anunciaron que sí realizarían transmisiones de los partidos de México, aprovechando el vacío legal existente. El éxito de estas transmisiones alternativas fue tan rotundo que decidieron expandir su cobertura hasta el Mundial de Clubes.
La respuesta del público superó todas las expectativas, con cientos de miles de espectadores conectándose a sus transmisiones en vivo a través de plataformas digitales, demostrando el poder de convocatoria que tienen estos narradores en el público mexicano.
Trataron de esquivar las demandas
Para evitar demandas por violación de derechos, Martinoli y García implementaron una estrategia legal cuidadosamente planeada que incluía modificaciones estratégicas en toda su terminología.
El torneo dejó de llamarse “Mundial de Clubes” para convertirse en “Talacha Cup”, un nombre completamente original que no infringía los derechos registrados del torneo oficial. Esta medida buscaba crear distancia legal entre su transmisión y el evento original.
Los equipos también recibieron identidades alternativas que se volvieron virales entre la audiencia:
Monterrey se transformó en “Carnita Asada”, un apodo que hizo referencia a la gastronomía regiomontana de manera creativa y memorable; Inter de Milán fue rebautizado como “Lombardia”, haciendo alusión a la región italiana donde se ubica el club milanés.
Los comunicadores no actuaron por impulso. Se asesoraron legalmente de manera exhaustiva para garantizar que su estrategia no violara ninguna ley de derechos de autor o marcas registradas.
Además de cambiar nombres, evitaron mencionar las sedes específicas de los encuentros y utilizaron terminología genérica para describir las acciones sin hacer referencia directa a elementos protegidos por derechos exclusivos.
A pesar de todas las precauciones legales, la dupla anunció durante sus transmisiones de Copa Oro que ya no realizarían narraciones del Mundial de Clubes. Esta decisión llegó después del éxito de su transmisión del partido entre Monterrey e Inter de Milán.
Los rumores indican que se vieron presionados a cesar sus transmisiones del torneo de clubes, probablemente por amenazas legales o presión comercial de los propietarios oficiales de los derechos.
Este caso demuestra que incluso las estrategias legales más creativas tienen límites cuando se enfrentan a intereses comerciales poderosos. Aunque técnicamente no violaron ninguna ley específica, la presión económica y legal puede forzar cambios en las decisiones editoriales.

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