Porta Coeli, joya del rito ortodoxo enclavada en la Ciudad de México

PEDRO IVÁN QUINTANA / OVACIONES  Fotos: Pedro Iván Quintana / Ovaciones ¿Planeas visitar el Zócalo de la Ciudad de México? Ahí está, a unos pasos el Templo Mayor y su museo. Imperdible también conocer el Palacio Nacional, para lo que no debes olvidar agendar una cita.   Hay otros lugares más o menos escondidos alrededor. Yo

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Aracely Martínez 03-11-23 Reportaje del Cristo del Veneno.

PEDRO IVÁN QUINTANA / OVACIONES 

Fotos: Pedro Iván Quintana / Ovaciones

¿Planeas visitar el Zócalo de la Ciudad de México? Ahí está, a unos pasos el Templo Mayor y su museo. Imperdible también conocer el Palacio Nacional, para lo que no debes olvidar agendar una cita.  

Hay otros lugares más o menos escondidos alrededor. Yo visitaría, por ejemplo, el Nacional Monte de Piedad. Y al otro lado de la calle, la Catedral Metropolitana. Ahí hay que darse una vuelta por todos sus altares, conocer el órgano monumental y si se puede, hacer el tour de las cúpulas. 

 

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Y, entre las calles que rodean al corazón del país, que son de las más antiguas del continente, hay muchos otros secretos que descubrir. Uno de ellos es la otra Catedral, la Greco Melquita, que pertenece a una Iglesia de rito Bizantino del medio oriente, que es aceptada por las autoridades católicas. 

Es una oportunidad para asomarse al rito ortodoxo y apreciar los murales de mosaicos al estilo oriental que decoran sus muros interiores. Incluso, la liturgia se celebra en griego y árabe.

 

Pero, lo cierto es que a la gente que visita el templo de Porta Coeli, que así se llama, le da lo mismo todo esto. Y es porque ahí se venera a un Cristo Negro que se dice, es muy milagroso.

 

El Cristo Negro en América Latina 

Lo de venerar imágenes de Cristo de color negro no es cosa única de México. Aquí el más famoso está en el Santuario de Chalma, en el Estado de México. Pero el más antiguo del que se tiene referencia está en Esquipulas, Guatemala y data del siglo 16. 

 

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No existe un consenso entre los especialistas si el culto que generó esa imagen provocó la aparición de otras de similares características, dado que se convirtió en un lugar de peregrinación. Según una explicación más o menos aceptada, el Cristo Negro de Esquipulas se volvió de ese color a causa del envejecimiento de la madera. 

 

 

Pero, hay otras explicaciones más entretenidas. 

 

La leyenda de Porta Coeli 

Hay que decir que no es una leyenda original. El mito que envuelve a varias de estas representaciones tiene que ver con el veneno y una intervención divina. Más o menos así: un sacerdote o una persona allegada a la Iglesia está en riesgo de ser asesinado y para evitarlo, el Cristo de madera cambia de color para advertirle del peligro. 

Sigue el guión la leyenda de Porta Coeli, con la peculiaridad de que esta tiene nombres y apellidos. La historia se remonta a la Colonia, la presunta víctima es un tal Don Fermín Adueza que besaba todos los días los pies de la figura en señal de reverencia. Y el asesino en ciernes es Ismael Treviño. El malhechor habría envenenado los pies de la figura y cuando el devoto iba a acercar sus labios, la figura cambió de color. 

 

Tezcatlipoca, el señor del espejo humeante 

La figura original no está fechada con exactitud, pero se presume que pueda corresponder al siglo 16 o a los primeros años del siglo 17, con lo que también es probable que manos indígenas estuvieran a cargo de su elaboración, y como en otros sitios, los artesanos metieron mano sin que los frailes se dieran cuenta de qué estaban haciendo.  

Así pasó con los murales del Convento Agustino de Ixmiquilpan, Hidalgo. Y puede ser que también con este cristo negro en particular (y más probablemente en el de Chalma), ya que se sabe que el color negro es el que representa al más temido dios del panteón mesoamericano: Tezcatlipoca

Así es que, se especula, esta imagen y otras por el estilo pueden ser una muestra más del sincretismo de los primeros años de la conquista. 

 

 

Y, la sorpresa final 

Al inicio de este texto te recomendamos que no dejarás de pasar por la Catedral Metropolitana. Y es que ahí es donde está el Señor del Veneno, que es como se le conoce… más o menos. Está en el Altar del Perdón.

Resulta que la figura de la leyenda se quemó en un incendio que no está fechado, pero ocurrió en el siglo 18. Se restituyó la figura con una copia y después el templo fue cerrado al culto en la época de la Reforma. Por eso es que esa copia que se veneraba en Porta Coeli fue trasladada al máximo santuario.  

 

 

La imagen que sigue atrayendo a visitantes que conocen la leyenda, es una réplica de la réplica. Es obra del escultor Enrique Díaz, que la talló en los años 50, cuando el templo fue reabierto al culto. Pero, nos guardamos esta información, porque vale la pena visitar el templo, con su fachada del siglo 17, sus murales al estilo de la iglesia de oriente, su rito ortodoxo de una rama que tiene a su patriarca en Siria, y sobre todo por los hechos que ahí se dice que ocurrieron y se volvieron una de las leyendas de esta vieja Ciudad de México

 

¿Dónde está el templo de Porta Coeli y cómo llegar? 

La dirección es Venustiano Carranza 107 en la colonia Centro, a un costado de la Suprema Corte de Justicia y a una cuadra del Palacio Nacional.  

Se puede llegar por la línea 2 del Metro, estación Zócalo.   

El centro de la ciudad no es un lugar fácil para llegar conduciendo, pero aun así hay varios estacionamientos cercanos. 

 

¿Dónde hospedarse? 

El centro de la Ciudad de México tiene múltiples opciones de hospedaje, desde hostales con precios por cama en habitaciones compartidas, hasta hoteles de máxima categoría. Te recomendamos que de acuerdo a tu presupuesto verifiques las opciones.  

 

¿Dónde comer? 

De la misma forma, hay muchas opciones de alimentos, pero te vamos a recomendar un restaurante que está muy cerca del templo de Porta Coeli, siguiendo por la Avenida Venustiano Carranza un par de cuadras, después hay que seguir por República del Salvador, y se llega a la calle de Roldan en el número 37, a unas seis cuadras en total. 

El Roldan 37 es una propuesta del chef Rómulo Mendoza y su especialidad son los chiles rellenos con recetas de alta cocina mexicana. El mezcal de la casa es excelente y su carta ofrece buenos vinos a precios razonables. 

Además, es uno de los mejores restaurantes de la ciudad para comer chiles en nogada en agosto.  

Teléfono para reservaciones: 55 5542 1951 

Página de Instagram: roldan37oficial.