Premio Don Quijote: la buena escritura es una manera de interpelar al poder

3, marzo 2021

Miami, 3 mar (EFE).- El periodista cubano Carlos Manuel Álvarez, ganador del Premio Don Quijote de Periodismo, dijo este miércoles a Efe que le alegra recibir ese galardón porque reconoce “la buena escritura” y “la categoría estética es también una categoría política y una categoría ética”.

“Yo creo que prestar atención a la palabras es también una manera muy directa de interpelar al poder y de hacer las preguntas necesarias. Las cosas tienen que ser bien hechas para que sean funcionales”, subrayó Álvarez.

El periodista cubano se enteró de que había sido premiado estando en Miami, adonde llegó este martes procedente de Ciudad de México.

Aun no repuesto totalmente de la sorpresa, el periodista, galardonado por el artículo “Tres niñas cubanas”, publicado en “El Estornudo” el 23 de febrero de 2020, insistió en que le interesa mucho prestar atención a que la forma de sus textos y no solo al fondo.

“Uno tiene que ver ante historias de esta naturaleza, historias de víctimas, que tiene que escribirlas de la mejor manera posible porque esas historias deben ser leídas suficientemente para que así puedan provocar algún cambio político”, afirmó a Efe.

El artículo premiado relata el derrumbe de un balcón en una calle de La Habana Vieja, que acaba con la vida de tres niñas que, volviendo del colegio, caminaban por debajo, lo que sirve para poner de manifiesto el deterioro de las viviendas en muchos barrios.

El galardón con el que Álvarez fue distinguido forma parte de los Premios Internacionales de Periodismo Rey de España, fallados hoy, a los que han concurrido 155 candidaturas de una veintena de países del ámbito iberoamericano.

Nacido en Matanzas y graduado en periodismo en la Universidad de La Habana, Álvarez es uno de los fundadores de la revista literaria El Estornudo.

Ha publicado piezas literarias de opinión para medios internacionales como The New York Times, BBC, El País, The Washington Post y Al Jazeera, y sus historias han aparecido en publicaciones como Gatopardo y El Malpensante.

El periodista cubano lleva dos meses fuera de Cuba y, según contó a Efe, ha llegado a Miami con un proyecto periodístico en mente que quizás pueda incluso dar a lugar a un libro.

Álvarez se propone convivir una semana o algo más con Candyman, el “primer requetonero cubano, famoso en toda la isla”, para conocer su historia y la “categoría política del reguetón”, un género subversivo que “se puede leer como una forma de resistencia al poder” y es condenado por “la moral partidista y las buena costumbres del socialismo”.

Le interesa “contar la historia de este hombre, que es un personaje medianamente olvidado pero hace 20 años la única música que se escuchaba en Cuba era la suya” y a través de él, la historia de las dos últimas décadas en la isla.

Álvarez ha participado “activamente” en los acuartelamientos de los jóvenes artistas del Movimiento Sain Isidro y en los hechos que propiciaron la protesta ante el Ministerio de Cultura a fines de 2020 y cree que la canción “Patria y vida” es el por ahora último capítulo de la “llama encendida”.

“Patria y vida”, de Gente de Zona, Yiutuel Romero Descember Bueno, Maykel Osorbo y El Funky, pide un cambio político en Cuba y está convirtiéndose en un “fenómeno absoluto” que ya está teniendo consecuecias “físicas, legales y políticas” para los que la escuchan y la hacen sonar, como su colega Osmany Pardo, detenido este martes por ese motivo, dice Álvarez.

A su juicio, lo que está pasando con esta canción en Cuba habla del “estado terminal de un ordenamiento político”. EFE