El Cerro de la Estrella, uno de los espacios naturales y culturales más emblemáticos de la Ciudad de México, será restaurado como parte de un ambicioso plan ecológico que busca frenar el deterioro ambiental, reducir riesgos para la población y recuperar su riqueza biológica.

LEE ADEMÁS: ¿Es real la foto de Alana Flores? Internautas señalan pruebas que cuestionan si fue generada con IA

El proyecto, llamado Huizachtépetl: raíces para el futuro 2025, fue presentado por la Secretaría del Medio Ambiente capitalina y la alcaldía Iztapalapa, en la que se contempla una intervención integral en esta Área Natural Protegida, que recibe más de dos mil visitantes al día.

Una de las primeras acciones será la remoción de más de mil árboles muertos en pie, que representan un peligro por su alto potencial para propagar incendios.

Estos ejemplares fueron seleccionados tras una evaluación técnica y su madera se reutilizará para conservar humedad y controlar la erosión del suelo, señaló.

Además, informó la dependencia se plantarán más de 16 mil árboles de especies nativas como huizache, cazahuate y palo dulce. La reforestación se llevará a cabo mediante jornadas abiertas al público, en las que se invitará a las y los vecinos a adoptar árboles y participar activamente en su cuidado.

Otra parte del plan consiste en cerrar senderos no autorizados que han dañado la cobertura vegetal, y aprovechar el centro conocido como “El Campamento”, recuperado en 2020, para fortalecer las actividades de educación ambiental, donde se realizarán talleres, exposiciones, festivales y labores de voluntariado con apoyo de la comunidad.

Con el proyecto también se pretende reconocer el papel de grupos locales que han realizado el monitoreo biológico del área, en especial mediante recorridos de avistamiento de aves. Su trabajo ha contribuido a documentar la biodiversidad del cerro y a reforzar su valor ecológico y cultural.

Con esta intervención, explicó, buscan asegurar la conservación del Huizachtépetl, nombre original del cerro en náhuatl, como un ecosistema vivo, un sitio patrimonial y un espacio público que se mantenga en equilibrio.