Para resarcir el vacío que, a juicio de los integrantes del Grupo Parlamentario del PRI, dejó la eliminación del Programa de Escuelas de Tiempo Completo y la imposición del modelo “La Escuela es Nuestra”, los senadores priistas, coordinados por Manuel Añorve Baños, presentaron una iniciativa con proyecto de decreto para reformar la fracción VIII del artículo 9 y el segundo párrafo del artículo 119 de la Ley General de Educación.
La propuesta no plantea la creación de un nuevo programa, sino incorporar en la ley una política pública que, de acuerdo con los legisladores, funcionó en gobiernos anteriores, combatió la desigualdad y sigue siendo demandada por millones de familias.
Establece la creación gradual y progresiva de escuelas con horario completo en educación básica, con jornadas de entre seis y ocho horas diarias y prevé que el Presupuesto de Egresos de la Federación contemple anualmente una partida específica para este objetivo, que no podrá ser menor a la asignada en el ejercicio anterior.
“Eliminar este programa fue un error profundo que todavía golpea a las infancias del país. Hoy rescatamos esta propuesta con el firme compromiso de garantizar que los derechos y necesidades de los ciudadanos sean finalmente atendidos”, señala el documento.
La iniciativa parte de la premisa de que la educación pública no debe depender de decisiones administrativas ni estar sujeta a proyectos políticos coyunturales, sino ser protegida mediante disposiciones legales con visión de justicia y responsabilidad.
Durante más de una década, señala el documento, el Programa de Escuelas de Tiempo Completo ofreció alimentación escolar, jornadas ampliadas y espacios seguros a millones de niñas y niños en situación de vulnerabilidad.
De acuerdo con los legisladores, fue una política pública efectiva, reconocida por su impacto en el aprendizaje, el desarrollo integral y el apoyo a madres trabajadoras.
Según la exposición de motivos, durante el actual sexenio, el programa fue eliminado sin diagnóstico previo ni consulta a la comunidad educativa, y sustituido por el esquema “La Escuela es Nuestra”, que dejó fuera componentes esenciales como el tiempo adicional en el aula, el acompañamiento académico y la protección diaria para los estudiantes.
Los legisladores priistas advierten que la desaparición del programa afectó a más de tres millones y medio de alumnos, principalmente en comunidades indígenas y rurales, donde representaba una oportunidad de acceso a una comida caliente y a un entorno seguro mientras sus padres trabajaban.
También señalaron el impacto negativo en los ingresos de miles de maestras y maestros que recibían apoyos por horas adicionales.
Con esta iniciativa, los senadores del PRI buscan establecer en la ley un esquema de escuelas de tiempo completo como un derecho garantizado para niñas, niños y adolescentes, de manera progresiva, sostenida y sin quedar expuesto a decisiones discrecionales.

Manuel Añorve Baños, senador y coordinador del PRI, durante el primer foro “Diálogos Ciudadanos” del Frente Amplio por México. 


