Claudia Sheinbaum llegó a la Presidencia con doble récord: ser la primera mujer en el cargo y la más votada en la historia. Y sin embargo, en este primer año la agenda pública no giró en torno a ella. Sino de otros: Monreal, Adán Augusto, Noroña, Andy… y hasta Donald Trump.
PLAN C Y ELECCIÓN JUDICIAL
El arranque del sexenio estuvo marcado por las reformas constitucionales heredadas de López Obrador y su plan C: Guardia Nacional, desaparición de órganos autónomos y, sobre todo, la reforma judicial.
Ese tema absorbió buena parte del año: desde el polémico voto de Yunes, el accidentado proceso de evaluación de candidatos y la llamada Operación Acordeón. Incluso la fecha de su primer informe coincide con la entrada del nuevo Poder Judicial.
EL CONGRESO: PODER COMPARTIDO
Sheinbaum no heredó el poder centralizado. AMLO repartió el Congreso entre Ricardo Monreal y Adán Augusto López, quienes pronto empezaron a marcar su propio juego. El caso más claro: la reforma contra el nepotismo electoral.
Sheinbaum la quería vigente en 2027. Adán Augusto y Manuel Velasco la empujaron hasta 2030. Otras iniciativas, como las de seguridad y telecomunicaciones, sufrieron cambios para frenar el ascenso de figuras cercanas a ella como Omar García Harfuch o José Merino.
LA JUSTA MEDIANÍA
En paralelo, Morena se enredó en sus propios excesos. Andy López Beltrán fue exhibido en un viaje a Tokio: 177 mil pesos en gastos, incluida una cena de 47 mil. También causaron escándalos las vacaciones doradas de Ricardo Monreal, Mario Delgado, Enrique Vázquez, el clan Yunes y Layda Sansores.
Fernández Noroña se estrenó con una casa de 12 millones de pesos. Mario Delgado, con un departamento por 15 millones. Sergio Gutiérrez Luna y Diana Barreras quedaron expuestos por sus lujos, guardarropa, vacaciones y hasta en fiestas VIP de la F1.
LA BARREDORA
El caso más corrosivo fue el de Hernán Bermúdez, exsecretario de Seguridad en Tabasco y operador de Adán Augusto, acusado de liderar la organización criminal La Barredora. Bajo el fantasma de García Luna, Morena blindó a Adán en el Senado y Sheinbaum se limitó a pedir “investigar sin linchamientos”.
DOBLE ESTÁNDAR
El caso de Dato Protegido fue uno de los más sonados. Karla Estrella, una ama de casa, fue obligada a disculparse por 30 días, tomar cursos, pagar multa y quedar registrada por violencia política de género por un tuit sobre Diana Karina Barreras.
Contrasta con Cuauhtémoc Blanco. En San Lázaro, su desafuero fue frenado con votos de Morena y PVEM. Lo surreal: diputadas guindas lo arroparon al grito de “¡no estás solo!”.
TRUMP, LA SOMBRA EXTERIOR
Sheinbaum también tuvo que lidiar con la presión constante de Donald Trump. Si bien se logró posponer por 90 días el aumento de aranceles, lo cierto es que México ya carga con tarifas al acero, aluminio, cobre y jitomate, además del cierre de la frontera por el gusano barrenador. A eso se suma la exigencia de reforzar la frontera con miles de guardias nacionales, la entrega de más de 50 capos y la presión permanente por operativos contra el fentanilo y el huachicol.
EL SALDO
Así cierra el primer año: con Sheinbaum como presidenta, pero sin Sheinbaum en el centro. Los escándalos de sus aliados, las tensiones con Trump, los excesos de su propio movimiento y las fracturas internas dominaron la conversación. La paradoja: la agenda de la mujer más votada en la historia terminó eclipsada por personajes que le impuso su antecesor.
EL DATO INCÓMODO
Gerardo Fernández Noroña tiene más escándalos que logros legislativos. En 10 años como legislador federal: 17 iniciativas, una sola aprobada.



