AIDA RAMÍREZ
Foto: Aida Ramírez / Ovaciones
Ante los procesos electorales que se llevarán a cabo en Estados Unidos y México el próximo año, el sector bancario no prevé riesgos para la estabilidad de la economía del país.
Javier Amador, economista de BBVA México, señaló que no se esperan riesgos similares a los vistos cuando Donald Trump fue candidato, principalmente en el tipo de cambio del peso frente al dólar.
En tanto que México, “es un mercado menos preocupado, porque independientemente de las dos candidatas perfiladas (a la Presidencia de la República) no se anticipan riesgos para la estabilidad económica local”.
Por otro lado, BBVA México modificó al alza su estimación de crecimiento para 2023 a 3.2% desde 2.4%, previsto en junio pasado, mientras que para 2024 se considera que será de 2.4% desde 1.8 ppr ciento considerado anteriormente.
Ello, ya que seguirá siendo el consumo el que dé dinamismo a la economía mexicana, gracias a los incrementos salariales y al menor ahorro de las familias, así como por la manufacrura y la construcción pública, la inversión establecida en el país por el nearshoring.
Carlos Serrano Herrera, economista en Jefe de BBVA México, explicó que la reforma del outsourcing que derivó en más empleos permanentes y con ello, el que la gente considere que estará empleada por más tiempo.
Asimismo, dijo que la informalidad “está mejor que en otros años, como señal incipiente del nearshoring“, por lo que se espera un mercado más fuerte este año con casi 750 mil empleos creados, pero para 2024 espera que sea de 720 mil.
Al presentar el Informe Situación México, dijo en cuanto a la industria manufacturera que ésta se ha mostrado resistente, sobre todo el sector automotriz, lo que se sumará una ralentización de la demanda exterior.
Por otro lado, señaló que se tienen perspectivas positivas por el proceso de relocalización industrial de empresas que ya están instaladas en el país están impulsando la inversión privada, y no así de nuevas empresas.
Por otro lado, al hablar del paquete económico para 2024, Serrano Herrera aseguró que cerrará el sexenio sin desequilibrios fiscales, pues aseguró que el paquete “se ha construido con supuestos macroeconómicos realistas”.
Consiederó que el equilibrio fiscal se mantendrá a pesar de que el paquete propone una meta de -1.2% del Producto Interno Bruto (PIB) para el balance primario del próximo año.
No obstante, destacó que resulta preocupante que el déficit público de 4.9% del PIB (estimado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público) para el siguiente año sea el máximo desde 1990.
“Este déficit también es sorprendente en un contexto en el que Hacienda prevé un crecimiento del PIB superior al potencial”.
Comentó que Hacienda estima que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) será 48.8% del PIB a finales de 2024, “nivel que no causará ningún problema para el pago de las amortizaciones de la deuda soberana de Pemex”, dijo.
Y “ante la prevista fragilidad de las finanzas públicas para los próximos años, comsidera que será necesario que el próximo gobierno federal diseñe y aplique una reforma fiscal que aumente los ingresos tributarios”.
En cuanto a la modificación de la tasa de interés por parte del Banco de México (Banxico), se estima que el período de descenso inicie ahora hasta el primer trimestre de 2024, y no a finales de 2023, por lo que en el resto de este año se mantendra en 11.25 por ciento.
