Alejandro Reza / Ovaciones
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Los doodles de Google son reconocidos por celebrar momentos históricos, personas influyentes y objetos significativos. En esta ocasión, el protagonista es el Flat White, una bebida que ha revolucionado el mundo del café y ha generado un interesante debate entre baristas.
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¿Qué es el Flat White?
A simple vista, el Flat White podría describirse como un espresso con leche vaporizada. Sin embargo, su historia y la técnica para servirlo correctamente son dignas de mención. Existe un debate sobre su verdadero origen, con Australia y Nueva Zelanda reclamando su creación.
En Australia, la historia del Flat White se remonta a los años sesenta, cuando inmigrantes italianos popularizaron el espresso. Alan Preston, un barista australiano, es acreditado por muchos como el inventor del Flat White en 1985, buscando un sabor de café más intenso con menos espuma que un cappuccino.
Por otro lado, en Nueva Zelanda, se cree que Fraser McInnes fue quien dio nombre al Flat White en 1989, tras un intento fallido de crear un cappuccino, resultando en una bebida con menos espuma, a la que llamó en broma “Flat White”.
¿Cómo se prepara el Flat White?
Según expertos en café, el Flat White puede prepararse siguiendo la tradición neozelandesa o australiana. La versión neozelandesa utiliza un espresso fuerte, mientras que la australiana prefiere dos ristrettos.
Se sirve generalmente en una taza de 150 ml con 100 ml de leche vaporizada, diferenciándose del cappuccino y del latte por la cantidad de leche y la textura de la espuma, que debe ser ligera y brillante.
El sabor del Flat White varía según el tipo de café y leche utilizados, pero siempre manteniendo las características que lo definen. La próxima vez que visites tu cafetería de confianza, no dudes en pedir un Flat White y disfrutar de su rica historia y sabor único.
