Si se pensaba que la Selección Mexicana no podía caer más bajo, esta generación no se cansa de decepcionar. Y ahora, ante los suplentes de los suplentes del Valencia, apenas empató 2-2 en el Estadio Cuauhtémoc en Puebla.
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Lo que debió ser un juego para regodearse, golear a uno de los peores equipos actualmente en La Liga Española (que ni siquiera trajo a sus titulares) y acercarse un poco más a la afición, se convirtió en otra noche de terror para el combinado nacional.
Y, por supuesto, el primer examen reprobado de Javier Aguirre en su tercera etapa como técnico nacional; el Vasco ya había dicho que para este duelo no se iba a ver un juego de conjunto, pero no poderle ganar al equipo C de un Valencia que hoy pelea el descenso en España, es un ridículo mayor.
Incluso para esta Selección Mexicana, que nos tiene acostumbrados a sendas vergüenzas. Pero empatar ante un club y, sobre todo, este Valencia, es absolutamente un despropósito; otro episodio paupérrimo.
Irrelevantes fueron el gol que generó Alexis Vega en tiro libre que le rebotó al portero del Valencia en la espalda y luego el tanto de Ozziel Herrera ambos en el primer tiempo.
¡Baílale, Alexis! 📹😎 Así fue el primer GOL de nuestro equipo esta noche.
— Selección Nacional (@miseleccionmx) October 13, 2024
¡Qué tiro libre! pic.twitter.com/nP13R3CT2W
Porque Valencia empató el marcador con dos goles por medio de Dani Gómez, quien ni siquiera es un jugador estelar en este equipo, gracias a una muy pobre defensiva mexicana.
A la desesperada y luego de que Valencia empató el marcador en la segunda parte, Aguirre tuvo que meter a lo mejor que tiene con Raúl Jiménez, Edson Álvarez, César Huerta y Roberto Alvarado.
Pero ni con ellos, México pudo ganar este juego absolutamente intrascendente, molerísimo ante un equipo menor que exhibió la pobreza futbolística de esta generación de jugadores nacionales.
Lo peor es que el martes viene Estados Unidos en Guadalajara y jugando así, pinta para un grandísimo ridículo, ahora en casa, ante el acérrimo rival que si algo hace bien es humillar a México.
El Cuauhtémoc terminó con una entrada aceptable y la gente poblana fue a ver a una Selección Mexicana que por momentos asquea y hace que el estómago se revuelva.
Tanto que buscó la FMF que la gente no los abandonara, para este tipo de ridículos inaceptables. Una Selección Mexicana, que ahora en casa, se fue, merecidamente abucheada por una afición harta de un equipo que solo representa a una generación mediocre con todas sus letras.