MARTÍN AVILÉS

Foto: Reuters

Shohei Ohtani apenas estudiaba la secundaria cuando comenzó a llamar la atención de los visores de los clubes profesionales de la Nippon Professional Baseball (NPB). Era ya un prodigio del beisbol y su destino era brillar aún más que los diamantes. Convertido en toda una superestrella de Grandes Ligas, el japonés es ahora el pelotero mejor pagado de todos los tiempos.

Aquel jovencito que en 2012 disputó el Campeonato Mundial Sub-18 donde brilló al registrar 16 ponches y permitió solamente cinco imparables con solo ocho pasaportes en 10 entradas, es ahora el beisbolista más asediado del planeta. Su nombre es pronunciado por millones de personas en el mundo, tras firmar un acuerdo por 10 años y 700 millones de dólares con Los Ángeles Dodgers.

El asiático se aseguró el contrato más grande por valor total en la historia de los deportes por equipo en Estados Unidos, con lo que superó además a su ahora excompañero de Los Angeles Angels Mike Trout y sus 426.5 millones, así como al mariscal de campo de los Kansas City Chiefs Patrick Mahomes (450 millones).

El nipón de 29 años de edad se encontraba en la Agencia Libre y su continuidad con Los Ángeles Angels era la crónica de una muerte anunciada. Toronto Blue Jays y Chicago Cubs lo buscaban, pero finalmente fueron los Dodgers los que lo han convencido de mudarse a tan solo 40 kilómetros de la que era su casa en Anaheim hasta hace unas horas.

Luego de cinco temporadas en las que poco pudo hacer para cambiar el rumbo de la franquicia de los Angels, Ohtani se cansó del falso cuento de hadas fabricado por Disney para unirse a un equipo con el que aspira a ganarlo absolutamente todo.

La narrativa respecto a su nuevo equipo es poética. Anunció su mudanza apenas un día después de cumplirse seis años de que el 8 de diciembre pero de 2017, se informara su llegada a los Angels con gran expectativa.

Tal y como ocurrió hace 11 años cuando rechazó las invitaciones de Boston Red Sox, New York Yankees y Los Ángeles Dodgers, convencido de que era mejor foguearse en su natal país asiático previo a desembarcar en las Grandes Ligas, Ohtani ha rechazado cada oferta para poner de cabeza al mundo del beisbol y estampar su rúbrica donde su corazón se lo ha indicado, como cuando se sumó a los Hokkaido Nippon-Ham Fighters y debutó a los 18 años.

El estelar de dos vías se encuentra lesionado, pero qué más da si su potencial es equiparable con un viaje a la luna. Será difícil que el dos veces MVP de la Liga Americana pueda lanzar durante el siguiente año, ya que continuará en recuperación tras operarse de una lesión en los ligamentos del codo.

Ohtani en las Mayores presume como pitcher de 38 victorias y 19 descalabros, mientras que posee 608 chocolates repartidos. Mientras que al bat ostenta 428 carreras, 437 impulsadas y 171 cuadrangulares, con más de 30 en cada una de las últimas tres temporadas.

En 2022 se convirtió en el primer jugador de la era moderna en calificar para las tablas de clasificación de bateo y lanzamiento en una sola temporada, alcanzando el umbral de 3.1 apariciones en el plato y una entrada lanzada por juego con 586 turnos al bate y 166 entradas lanzadas. Ohtani está llamado a ser una leyenda de época en MLB.