Alana Scarlett Flores, conocida popularmente como Alana Flores, es una destacada streamer originaria de Monterrey que ha ganado popularidad gracias a su pasión por el fitness, los videojuegos y el fútbol.
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Desde temprana edad se involucró en el deporte y, con el tiempo, canalizó su energía en plataformas digitales, especialmente en Twitch, donde su carisma y contenido variado la catapultaron al éxito. Sin embargo, recientemente se ha visto envuelta en una delicada situación relacionada con el uso indebido de su imagen a través de tecnología de inteligencia artificial.
La influencer, nacida el 15 de diciembre del 2000, comenzó a construir su comunidad en 2020 y actualmente cuenta con más de 1.5 millones de seguidores en Instagram y más de 538 mil suscriptores en Twitch.
Además de sus transmisiones de videojuegos y rutinas de ejercicio, Alana también forma parte de la organización profesional 19esports y tiene un rol importante como presidenta de un equipo en la King’s League, el proyecto deportivo liderado por Gerard Piqué.
¿Qué fue lo que pasó?
Pese a su creciente éxito y presencia en redes, Alana fue víctima de un caso de deepfake, una técnica que utiliza inteligencia artificial para crear contenido falso con apariencia real. En este caso, una imagen manipulada que mostraba su rostro en un acto sexual comenzó a circular en redes sociales.
La creadora de contenido negó rotundamente la autenticidad de esa imagen, afirmando públicamente que se trata de un montaje generado sin su consentimiento.
La situación no solo puso en evidencia los peligros que enfrentan figuras públicas en el entorno digital, sino que también motivó a Alana a emprender acciones legales.
¿Quién difundió la supuesta foto?
A través de su cuenta en X (antes Twitter), comunicó que ya identificó al presunto responsable de haber generado y difundido la imagen, señalando directamente a un usuario que había eliminado su cuenta bajo el nombre @chainsant1. “No es real. Y sí voy a buscar demandar”, aseguró de manera firme.
https://platform.twitter.com/widgets.jsLa influencer @alanafloresf se pronuncia tras una serie de acusaciones y que se haya viralizado una foto "comprometedora" en donde ella asegura que es IA. pic.twitter.com/V5wUciCc7L
— La Crónica de Hoy (@LaCronicaDeHoy) May 28, 2025
Desde hace tiempo, Alana ha sido blanco de acoso constante en redes sociales, especialmente en X, donde ha enfrentado comentarios ofensivos y ataques sistemáticos por parte de algunos usuarios. Este incidente se suma a esa cadena de violencia digital, visibilizando un problema cada vez más común para las mujeres que se desenvuelven en espacios públicos en línea.
La streamer expresó su hartazgo ante estas situaciones, dejando claro que no piensa quedarse callada. Su decisión de iniciar un proceso legal no solo busca justicia para ella, sino también sentar un precedente en la lucha contra los abusos digitales, el uso no autorizado de herramientas tecnológicas y la violación de la privacidad de creadores de contenido.
Este caso ha generado gran atención en redes sociales y medios de comunicación, reabriendo el debate sobre los límites éticos de la inteligencia artificial, la protección de la imagen personal en entornos digitales y la urgente necesidad de reforzar los marcos legales ante prácticas como el deepfake, que afectan gravemente la integridad de las personas, sobre todo de mujeres en el espacio público virtual.
