Racismo y xenofobia, los enemigos silenciosos de Checo Pérez en la F1

21, agosto 2023

MARTÍN AVILÉS

Foto: Reuters

La mirada de Checo Pérez es un grito de nostalgia. Parado frente a la inmensidad de un campeonato tan excitante como voraz, contempla ese universo que se fue y consumió la ilusión de aquel chico que amontonó sus sueños en una maleta para mudarse a Europa con el objetivo de materializarlos.

Vestido con el uniforme de Red Bull —el mejor equipo del mundo— y en pleno pico de su carrera, el piloto mexicano luce irónicamente menos feliz que cuando vestía de rosa y ganaba su primera carrera con la modesta escudería Racing Point. Ahora la presión es insoportable y el oxígeno se agota en el sofocante ambiente de la Fórmula 1.

Los Relámpagos de Agosto (1964) del escritor guanajuatense Jorge Ibargüengoitia, es el relato de una serie de errores, malas decisiones y traiciones que reflejan con una sagaz dosis de humor negro, el triste desenlace del movimiento revolucionario en México, un país que celebra el inicio de las luchas que dieron una sensación de libertad, pero donde poco importa en qué se transformaron. Y la de Pérez no es sino la historia de otra revolución fallida, o, mejor dicho, consumada por su propia efervescencia.

En un contexto tan adverso como incierto en apenas su tercer año con Red Bull Racing, Sergio Pérez se encuentra en el asiento más caliente de los 20 que conforman la grilla de partida en la máxima categoría.

El nacido en Guadalajara, Jalisco, acumula hasta ahora mejores números que el año pasado, ya que tiene más victorias —dos contra una—; más podios con siete hasta el momento, contra los seis del año pasado; más puntos, ya que acumulaba 163 y ahora 189; y una mejor posición en el campeonato, al estar segundo, en contraste con el tercer puesto que tenía la temporada pasada a estas alturas de la campaña.

Sin embargo, Checo ha sido eclipsado por Max Verstappen, ganador de 10 de las 12 carreras disputadas hasta el momento. Y por esa razón, ha sido blanco de un tiroteo de críticas que se intensificó al no calificar a la Q3 en cinco carreras seguidas.

 

Tormenta de críticas sobre Checo Pérez

“Si ellos (Red Bull) tuvieran a dos Sergio Pérez en el equipo, con todo respeto, el Mundial estaría realmente abierto”, fue uno de los más recientes señalamientos al mexicano, proveniente del CEO de McLaren, Zak Brown. “Es un buen piloto, pero no un piloto de vuelo alto”, tundió también a Pérez el expiloto suizo, Marc Surer. “Quizás tomó tequila ayer. Checo estaba durmiendo en el reinicio”, llegó a decir sobre el jalisciense el asesor de Red Bull, Helmut Marko tras el Gran Premio de Francia del año pasado.

El propio Marko, ha sido el más feroz crítico del oriundo de Guadalajara, Jalisco. A tal grado, que durante el GP de Bélgica de la temporada pasada, pronunció el que quizás ha sido hasta ahora el comentario más discriminatorio que ha recibido Pérez Mendoza. “Como sudamericano, Checo generalmente tiene muchos altibajos”, dijo aquella vez en un evidente señalamiento segregacionista, ya que el término conlleva una connotación racial en Europa al ser utilizado para minimizar —y englobar— a los latinoamericanos que inmigran al Viejo Continente.

“Nosotros (pilotos latinos) tenemos que salir de nuestro país muy jóvenes, a los 12 o 13 años ya tienes que estar en Europa. Si llegas más tarde todo se hace muy complicado. Por eso es tan difícil hoy en día para los pilotos latinoamericanos, irte tan joven de tu país es muy duro.

Tengo la fortuna de tener mucho apoyo, pero también mucha exigencia. No es fácil cargar a tu país en tus hombros”, respondió Pérez al ser cuestionado durante una exhibición en Madrid sobre si el pasaporte pesa en la Fórmula 1.

 

¿Por qué impera el racismo en Europa?

Europa arrastra un fuerte historial xenófobo y esa discriminación racial trasgrede la frontera del deporte, no solo en el Gran Circo. La estrella brasileña Vinicius Jr fue víctima de insultos racistas mientras jugaba con el Real Madrid en un partido contra el Rayo Vallecano el pasado 24 de mayo de 2023. Solo un caso de los muchos otros que se registran cada semana en Europa.

De hecho, más de la mitad de los europeos reconoce que la discriminación racial es una realidad extendida en su país, según el último Eurobarómetro de la Unión Europea.

“Es difícil adentrarse de forma acotada a la trazabildad del origen del racismo y la xenofobia en Europa, pero actualmente el flujo de migraciones masivas forzadas (por la falta de garantías individuales, la violencia o la falta de oportunidades económicas, etcétera) y la asociación de la noción ‘terrorismo’ con ciertos rasgos y aspectos físicos han producido un incremento en la xenofobia y racismo en Europa, incluso en países como Estados Unidos y México.

El nivel de este tipo de violencias ha crecido porque el desplazamiento forzado también ha incrementado en los últimos años, muchas veces provenientes de zona de guerra o con crisis económicas”, explicó el grupo de historiadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, conformado por Alejandro Rodriguez, Yolotl del Valle y Viridiana Zavala, consultados por Ovaciones.

“Este tipo de violencias sistémicas no aplican a hombres caucásicos con privilegios sociales y económicos, mismos que la gran mayoría de la población mexicana o los inmigrantes en Europa no poseen”, coincidieron los expertos en historia.

Los países que más lo reconocen son Países Bajos (76%), Francia (74%), Bélgica (71%) y España (54%). En ellos, una buena parte de su población admite que hay discriminación por origen étnico o color de piel. Pero, aunque se reconoce el problema, la prevalencia del racismo y la discriminación en la Unión Europea sigue siendo elevada.

Según las estadísticas de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) y la sociedad civil, el 24% (casi una cuarta parte) de los encuestados de diferentes minorías étnicas e inmigrantes en toda la Unión Europea se sintió discriminado.

El racismo y la xenofobia han sido avivados en Europa debido a la guerra entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, la actitud en contra de los rusos está en línea con los sentimientos que la sociedad ha estado experimentando durante varios años.

Esto se refleja en la actitud hacia los solicitantes de asilo, no solo los musulmanes, sino también los provenientes de Ucrania. Los sentimientos en la sociedad europea se caracterizan por el surgimiento de partidos de extrema derecha.

Podemos observar diferentes tipos de partidos en la región, desde los nacionalistas nostálgicos hasta los populistas nacionalistas, conservadores extremos con raíces neofascistas y más, todos disfrutando de un notable resurgimiento”, explica a Ovaciones el periodista ruso Dmitry Belyaev, editor en jefe de Global de Metro International.

 

Eurocentrismo en la Fórmula 1

Este pensamiento xenófobo y extremista, en gran medida, encuentra sus fauces en la visión eurocéntrica, lo que significa que es Europa la que dicta al resto del mundo las condiciones de existencia —casi por mandamiento divino— y no hay posibilidad para el mundo no europeo de tomar parte activa en el proceso histórico.

Según el diccionario de la Real Academia Española, el eurocentrismo se define como tendencia a considerar los valores culturales, sociales y políticos de tradición europea como modelos universales.

Rafael Plá León planteó en Problemas de la lógica del pensamiento liberador latinoamericano (1962) que el eurocentrismo tiene sentido cuando las formas sociales son limitadas y lleva un desarrollo relativamente autónomo.

Pero cuando se está ante una forma social universal, como es el caso de la forma burguesa, el problema radica en reconocer cuál es la cuna de este tipo de relaciones sociales y no tiene nada de extraño la referencia a Europa como centro de esas relaciones y como cuna de las ideas que acompañan a las mismas.

Para el filósofo estadounidense, Noam Chomsky, la raíz del racismo en la actualidad se debe a una “ignorancia intencional” sobre el vergonzoso pasado en el que las minorías fueron degradadas y torturadas para sustentar el crecimiento económico de las élites.

 

El Power Ranking, otro inexplicable antagonista del piloto mexicano

Otro esbozo de discriminación que ha sufrido el conductor mexicano de 33 años es el Power Ranking de F1 patrocinado por la petrolera saudí Aramco. Este escalafón funciona con un panel de cinco jueces que evalúa a cada piloto después de cada Gran Premio y los puntúa sobre 10, según su desempeño durante el fin de semana.

En este conteo, Sergio no aparece ni siquiera en el Top 10 en lo que va de la temporada, por increíble que parezca, pese a ir segundo en el Mundial de Pilotos y ser el único que ha podido ganar carreras esta temporada que no sea Max Verstappen.

“Siempre se espera más de un piloto europeo que sobre uno latinoamericano o mexicano, sobre todo —por desgracia— los pilotos latinoamericanos nos vemos obligados a emigrar a Europa, ya que en estos rumbos del mundo es en donde están las verdaderas oportunidades de poder triunfar en el mundo del automóvil y por obvias razones no nos quieren ni nos dan las mismas oportunidades como a los pilotos europeos”, dice el piloto mexicano de 21 años, Alejandro Mauro, quien corre actualmente en el Rally de Catalunya y se prepara para el Campeonato Mundial de Rally complementario, WRC2.

 

Pilotos europeos han acaparado la F1

Los datos son claros. De los 867 pilotos que han participado en la Fórmula 1 a lo largo de su historia, 535 de ellos son europeos, es decir, representan el 61.7% del total, mientras que de Latinoamérica solo han sido 74, cifra que se traduce en tan solo el 8.5%. De la América anglosajona, 174 han estado en F1, lo que se traduce en 20%, mientras que entre África (29), Asia (28) y Oceanía (27) juntos, no rebasan el 9% del total de participantes.

También es cierto que los orígenes de la Fórmula 1 se encuentran en las carreras de Gran Premio, que eran competencias automovilísticas surgidas en Francia en 1894.

En ese entonces era eventos aislados celebrados en terracería. Pero cada vez adquirieron más fama entre la población europea que gustaba de la velocidad, tanto que, después de la Segunda Guerra Mundial, se perfeccionaron las ya existentes reglas para las competiciones de Grand Prix, que debían seguir, tanto autos como pilotos, y eran conocidas en su conjunto como Fórmula, pero no se concretaron hasta que en 1947 se conformó la Federación Internacional del Automóvil, conocida por las siglas FIA.

Fue así que el 13 de mayo de 1950 se realizó el primer Gran Premio de Fórmula 1 en Silverstone, Inglaterra, y fue ganado por el italiano Giuseppe Farina, quien a la postre se convertiría en el primer campeón en la historia al superar a su compañero, el argentino Juan Manuel Fangio, que conseguiría después cinco títulos mundiales para ser el máximo ganador hasta la irrupción de Michael Schumacher y poco después, de Lewis Hamilton.

Fangio fue un pionero en el deporte motor, un adelantado a su época. Sin embargo, pensar en un campeón latinoamericano es utópico en la actualidad debido a la sabida viralización de la discriminación, pero también a que los procesos colonizadores que han llevado al rezago socioeconómico a Latinoamérica, merman el desarrollo de pilotos que no cuentan con el capital suficiente para costear una carrera fuera de sus países.

 

Checo, con todo en contra para ser campeón

Checo Pérez tiene razón, en parte. Sí, hay racismo en la Fórmula 1, pero definitivamente no en todos los casos. No diría rotundamente que todo el deporte está marcado por ello. ¿Por qué Checo tiene razón solo en parte? A los pilotos europeos les resulta más fácil ingresar a la Fórmula 1 no solo debido al racismo.

La Fórmula 1 está más desarrollada en Europa, con numerosas escuelas de karting y la serie de carreras regional. En América Latina, esto es menos común. Además, la Fórmula 1 es un deporte costoso, lo cual lamentablemente también influye al hecho”, explica el periodista ruso Dmitry Belyaev.

El último piloto latinoamericano en conquistar la categoría reina del deporte motor fue el brasileño Ayrton Senna hace 31 años, en 1991. En tanto, el único hispanoamericano en haber podido coronarse en el serial ha sido el argentino Fangio, quien dominó entre 1951 y 1957 al ganar sus cinco cetros en siete años.

Actualmente, solo Sergio Pérez representa a América Latina en la F1. En 2020, Pietro Fittipaldi participó en las últimas dos carreras con Haas y se tuvo registro de dos pilotos latinos en pista. Pero para encontrar la última temporada completa con dos o más conductores de esta zona geográfica, es necesario regresar seis años en el tiempo, toda vez que en 2017, Checo era acompañado por el brasileño Felipe Massa, entonces volante de Williams Racing.

“Me siento solo como latino, antes había más pilotos brasileños, mexicanos, pero ahora se complica, porque es un deporte muy centrado en Europa y para el latino te tiene que venir a muy temprana edad. Pero tengo la esperanza de que pronto veremos más latinos en Fórmula Uno, pero tenemos que ser conscientes de lo difícil que es estar en este mundo”, mencionó Pérez semanas atrás.

 

Antes abundaban latinos, ahora, Checo está en la cuerda floja

Todavía en 2016, además de Pérez y Massa, en la máxima categoría estaban otros dos latinoamericanos, el también mexicano Esteban Gutiérrez y el brasileño Felipe Nasr. En el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), por su parte, destacan latinos como los argentinos José María ‘Pechito’ López y Esteban Guerrieri; en Fórmula E, los brasileños Lucas Di Grassi y Sérgio Sette Câmara, dan la cara por América Latina, por mencionar a algunos de los mayores exponentes de esta zona geográfica en el deporte motor.

“Nos lo hemos ganado a pulso y esfuerzo y cada vez somos más reconocidos los pilotos latinos en el mundo motor europeo. Como tal, no he percibido que se nos perciba como menos capaces, sino que estamos siendo un peligro constante para los pilotos europeos, ya que empezamos a ser realmente competitivos en los campeonatos europeos”, apunta Mauro.

De acuerdo con datos del Black Book de la Fórmula 1 tan solo en 2021, a su llegada a la escudería de Milton Keynes, Pérez llevó una inyección de entre 15 y 20 millones de dólares, lo cual ha ido al alza desde entonces.

Por si fuera poco, las ventas de bebidas energéticas de la empresa dueña del equipo todopoderoso en el serial, han incrementado sus ventas en México de manera exponencial, por lo que, por más críticas que busquen arrancar al piloto mexicano de su asiento, a nivel económico, romper vínculo con Checo no parece ser la mejor idea.

“Hay muchos otros pilotos allá afuera que quisieran tener el asiento de Red Bull, entonces eso no cambia nada de mi parte. Realmente no pienso en 2025. Todavía está muy lejos de mí y no tiene sentido pensar en un futuro tan lejano”, puntualizó Pérez tras los rumores que lo colocan fuera de Red Bull. La presión le ha borrado la sonrisa que antes irradiaba en las pistas, pero no ha podido quitarle el sueño de ser el primer mexicano campeón mundial de la Fórmula 1.