Martín Avilés / Ovaciones
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En la Caja Mágica había 7 mil 787 días de diferencia en la pista. Darwin Blanch nació 21 años después de que lo hiciera Rafael Nadal, quien en 2007, cuando su último rival llegó a este mundo, ya ganaba su tercer Grand Slam de los 22 que presume en sus vitrinas. Pero la magia del tenis los puso en el mismo lugar a ídolo y admirador en plena maniobra de resurrección de uno y primeros pininos del otro, respectivamente.
El resultado fue favorecedor para el balear de 37 años, en la misma cancha Manolo Santana, donde cinco veces se puso la corona de campeón para firmar el que hasta ahora es el récord de triunfos en Madrid. Nadal recordó su mejor versión y no se tentó el corazón ante un fanático de su juego, para sellar una contundente victoria por 6-1 y 6-0 en tan sólo 63 minutos.
De esta manera, ‘El Toro’ se convirtió en el primer y único tenista con 20 presencias en un mismo Masters 1000, para, de paso, añadir un récord más a su estupenda carrera. Desde su primer encuentro en la capital española ante su compatriota Alex Corretja en el ya lejano 2003, cuando Blanch no estaba ni siquiera por nacer, hasta ahora, llegó la merecida condecoración para el jugador de casa.
“Es genial. Para mí, por cómo se han desarrollado las cosas en los últimos años, cada vez que tengo la oportunidad de estar en la pista, en esta pista espectacular, con el apoyo incondicional por parte de la grada, significa mucho para mí. Solo intento disfrutar cada momento, mañana entrenaré aquí y pasado mañana otra vez a la pista, eso me hace sentir genial”, expresó Nadal.
Además, es el único torneo en el que ha registrado al menos una victoria en 19 temporadas de su carrera. Nadal selló también su triunfo número 57 en el Masters de Madrid, 20 más que el siguiente en la lista. Blanch cometió 27 errores no forzados —incluidos 20 de derecha— mientras el exnúmero uno del mundo ganó el 59% de sus puntos de devolución y no enfrentó ningún punto de quiebre con su propio servicio.
“Bueno, creo que hoy he jugado contra un rival (Blanch) que tiene un gran futuro por delante pero a día de hoy todavía comete errores, así que solo he intentado estar siempre ahí, estar sólido todo el tiempo, sin tomar muchos riesgos. Contento de que haya funcionado y seguir adelante, y le deseo todo lo mejor de cara al futuro”, dijo el manacorí para honrar al juvenil.
Ahora, Nadal se enfrentará en la siguiente ronda al australiano Alex de Miñaur, quien precisamente lo derrotó en la segunda ronda del Abierto de Barcelona la semana pasada.
