MARTÍN AVILÉS

Foto: Reuters

El 20 de marzo, Japón truncó el sueño de México en las semifinales del Clásico Mundial de Beisbol. Esa vez, Randy Arozarena plantó cara a la superestrella Sohei Ohtani, quien, sin embargo, se llevó la partida. Apenas 183 días después, ambos protagonistas de aquel juego viven historias contrastantes, toda vez que el mexicano pegó un jonrón de dos carreras que impulsó la victoria de Tampa Bay Rays ante Los Angeles Angels del japonés, quien justo hoy fue operado tras la lesión que lo alejó de los diamantes.

Se anunció antes del juego que finalizó 6-2 para los locales, que Ohtani, se sometió a una cirugía de codo. Su médico dijo que espera que la estrella y su dualidad con el bate y en el montículo esté disponible como bateador el día inaugural de la próxima temporada y regrese a lanzar en 2025. Ohtani se rompió el ligamento colateral cubital del codo derecho el 23 de agosto y puso fin a su temporada de lanzador, pero continuó como bateador hasta el 3 de septiembre hasta que sufrió una distensión en el oblicuo.

Los Angels extrañaron al nipón al tiempo que Arozarena conectó un cuadrangular para los dueños del comodín de la Liga Americana, que comenzaron el día a dos juegos y medio detrás de Baltimore Orioles, que ocupa el primer lugar en la División Este de la Liga Americana.

“Estamos jugando por la división. Los 10 partidos de aquí en adelante son muy importantes para nosotros para poder ganar esa división”, dijo Arozarena al término del juego.

Osleivis Basabe rompió el empate con un doble de dos carreras en una octava entrada de cuatro carreras y encaminó a los Rays a colocarse aún más cerca de los playoffs. El también pelotero mexicano de los Rays, Isaac Paredes, vio acción en esta oportunidad como designado. Se fue con imparable, carrera anotada, par de bases por bolas y un chocolate.

De esta manera, Tampa Bay llegó a 93 triunfos en el año y se mantiene a la caza de Baltimore. Tras su cuádruple enfrentamiento del pasado fin de semana, los O´s aventajan por dos juegos a los Rays.