Randy Arozarena: la estrella que Cuba, el destino y el béisbol le dieron a México

JOSÉ ANDRÉS DÍAZ Foto: Reuters El 28 de febrero de 1995 en la municipalidad de Mantua en la provincia de Pinar del Río en Cuba, nació el mexicano Randy Arozarena González. Porque bien lo decía Chavela Vargas: “los mexicanos nacemos donde se nos da la chingada gana”. Y con Arozarena se cumplió ese dicho. Cubano

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Mar 12, 2023; Phoenix, Arizona, USA; Team Mexico outfielder Randy Arozarena (56) celebrates after a double against Team USA at Chase Field. Mandatory Credit: Zachary BonDurant-USA TODAY Sports

JOSÉ ANDRÉS DÍAZ

Foto: Reuters

El 28 de febrero de 1995 en la municipalidad de Mantua en la provincia de Pinar del Río en Cuba, nació el mexicano Randy Arozarena González. Porque bien lo decía Chavela Vargas: “los mexicanos nacemos donde se nos da la chingada gana”. Y con Arozarena se cumplió ese dicho.

Cubano de nacimiento y crianza, pero mexicano por destino, decisión y descendencia, Randy Arozarena es la máxima figura de la Selección Mexicana de Béisbol que este viernes consiguió por primera vez en su historia avanzar a la Semifinal del Clásico Mundial.

El jardinero izquierdo de México, actualmente en las Mantarrayas de Tampa Bay, tiene vuelta loca a la afición beisbolera en el país, tanto por su carisma y personalidad, pero sobre todo por su innegable calidad en el campo, que ha ayudado a la novena mexicana a alcanzar ya algo histórico de cara a la Semifinal ante Japón.

El papel de Randy ha sido crucial durante todo el Clásico Mundial, pero particularmente ante Puerto Rico en los Cuartos de Final, en una brillante jugada suya a la defensiva en el jardín central.

Era la alta de la octava entrada, Puerto Rico se fue con todo al ataque en busca de al menos empatar el marcador que para ese momento ya ganaba México 5-4; el turno al bat para los boricuas, era para Emmanuel Rivera de los Diamondbacks de Arizona.

Con hombre en primera base en busca de la carrera del empate, Rivera conectó un batazo profundo hacia el jardín central que amenazaba con caer al campo y así al menos acercar a Puerto Rico a la carrera del empate. Sin embargo, con un despliegue atlético impresionante, Randy recorrió desde el jardín izquierdo y alcanzó la bola con el guante en la mano izquierda para evitar la acción, marcar el out y frustrar las intenciones boricuas, que México sepultó en la novena entrada.

Esa jugada de Arozarena es el perfecto ejemplo de lo que es Randy para México en este Clásico Mundial: una estrella, un especial, un distinto que le ha dado a la novena nacional el salto a una histórica Semifinal ante un poderoso Japón, al que México seguramente le plantará cara y se la pondrá muy pero muy difícil.

 

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RANDY LE PIDIÓ A AMLO LA NACIONALIDAD PARA JUGAR CON MÉXICO

 

En el caso de Arozarena se juntó el hambre con las ganas de comer, porque él fue quien directamente le pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador la nacionalidad, para así poder jugar con México en el Clásico Mundial.

Se sabe que al mandatario nacional le encanta el deporte del diamante, es un aficionado declarado a él y ni tardo ni perezoso, Obrador dio la orden de nacionalizarlo y el resto ha sido una historia que Arozarena ha escrito con grandeza, deportivismo y calidad en este Clásico Mundial.

Además, Randy tiene una hija nacida en Mérida durante sus años en la Liga Invernal en Yucatán, además de que también jugó en los Toros de Tijuana y los Mayos de Navojoa, antes de dar el brinco a las Grandes Ligas con los Cardenales de San Luis y posteriormente a las Mantarrayas de Tampa Bay.

Hoy, con 28 años de edad y con su nueva identidad mexicana , el mariachi Randy Arozarena, como ya se le dice en su natal Cuba, defiende a México a capa y espada, a batazos y a tremendas jugadas defensivas como la que hizo ante Puerto Rico, con la ilusión y el sueño de darle al país que le abrió los brazos su primer Clásico Mundial en la historia.