Toluca, Estado de México.- “¡Barça!”, rugía la afición blaugrana en un repleto Estadio Nemesio Díez. “¡Madrid!”, respondía con gallardía la otra mitad blanca. El Partido de Leyendas entre históricos jugadores del Barcelona y Real Madrid ha sido un monumento vivo a la nostalgia por ese fútbol que se fue.
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El liderazgo de Carles Puyol y Rafael Márquez en la zaga; la penetración de Luis Figo por la banda entre abucheos de una afición catalana que no olvida ni 25 años después su traición y ni qué decir de la magia intacta de Andrés Iniesta o el estoicismo de Iker Casillas, tan heroico como en antaño.
Poco importó el marcador de 2-2, que por petición del público acabó con triunfo merengue en penales, pues ambas constelaciones ideológicamente opuestas, fueron testigos de un mismo cariño mexicano que los hizo sentir como en casa.

Apenas el árbitro hizo sonar su silbato, el equipo merengue se volcó al frente por la banda derecha con Luis Figo y un envío al área que fue bien rechazado por Carles Puyol, dos viejos conocidos que se reencontraban en México tras tantos años como compañeros y luego rivales tras aquel histórico fichaje del lusitano que revolucionó el mercado para siempre.
Una pared de Andrés Iniesta con Javier Saviola fue la primera gran ocasión para los blaugranas, pero fue Iker Casillas quien atajó como en sus mejores años el disparo de ‘El Fantasmita’ para regocijo de la afición madridista. “¡Madrid, Madrid!”, comenzó a retumbar en todo Toluca.
Edwin Congo fue el primero en enviar al fondo de las redes la pelota gracias a un disparo de derecha y abajo. Pero el juez de línea anuló todo al alzar su bandera por posición adelantada.
Poco después, ‘El Conejito’ cayó en el área blanca y el árbitro marco falta y pena máxima. Rivaldo contra Iker como a principios de siglo. Y fue el español quien se salió con la suya cuando el brasileño mandó su disparo por un costado mientras la mayoría blanca en las gradas celebraba eufórica. Y tras el córner, otro gol anulado, ahora contra la bancada blaugrana.
Figo tomó la pelota. Cada vez que lo hacía llovían abucheos por parte de la afición blaugrana. Pero si a algo estaba acostumbrado Luis Felipe Madeira Caeiro es a hacer de la rechifla gasolina para quemar las redes del rival. Y eso hizo. Desbordó por la banda derecha y se mandó un fogonazo letal para abrir el marcador.
La tarde comenzaba a pintarse de blanco tras la anotación de Figo, pues instantes después, Casillas volvió a ser la muralla de siempre con una doble atajada espectacular, primero a Rivaldo, y luego a Saviola.
El ADN madridista se sentía en el ambiente y, entonces, la bestia brasileña Marcelo aprovechó el momentum para desbordar por izquierda y entrar al área para colocar de zurda la pelota en la portería barcelonista para el 2-0 en favor de los merengues.
El árbitro central mandó a los jugadores a refrescarse ante el agobiante calor y la inclemente altura de 2 mil 660 metros sobre el nivel del mar de la capital mexiquense. Ese respiro renovó las fuerzas del barcelonismo, que encontró en esa pausa la única forma de detener al tren blanco que le había pasado por encima.
Y entonces, en dos tiros de esquina seguidos, Carles Puyol y Javier Saviola ganaron la marca y en un parpadeo igualaron el marcador a dos goles. Había partido nuevo en La Bombonera con los culés con todo a su favor.

La Diosa Fortuna de había puesto la camiseta azul y grana. Y la insólita falla al cabecear de Guti luego del perfecto servicio de Marcelo, era la muestra.
Para el segundo tiempo, Rubén de la Red probó de larga distancia y la reventó en el horizontal, una jugada que pudo ser el gol del partido y quedó en un suspiro.
Un toque de tres dedos de Andrés Iniesta para el recién ingresado Ricardo Quaresma, y uno idéntico del luso para Saviola regalaron una nostálgica imagen para los más bohemios que añoran aquellos años en que la elegancia se daba por racimos.
“¡Ay, ay, ay, ay… canta y no llores…”, comenzó a escucharse en las gradas, como parte de la fiesta en el Clásico de Leyendas. Inevitablemente, los titulares comenzaron a salir uno a uno. Todos excepto Rafa y Puyol, quienes seguían en defensa con el compromiso de siempre por defender la camiseta del Barcelona.

También Saviola siguió en el terreno de juego, mientras qué del lado merengue, también Marcelo optó por quedarse en juego completo, al ser el que más frescas tenía las piernas al haberse retirado recién hace un par de meses.
En el ocaso del juego, ‘El Kaiser Azteca‘ tuvo en sus pies el triunfo blaugrana, no obstante, al ejecutar el tiro libre, envió su remate muy por arriba del marco madridista. El juego terminó, pero ante la petición del público por definir a un ganador en penales, los capitanes de ambos equipos hablaron y aceptaron el reto.
Desde los 11 pasos, fue que el conjunto merengue el que terminó por imponerse por 8-7 para regocijo de sus fanáticos mexicanos. “¡Así, así, así gana el Madrid!”, exclamaron para poner fin a una tarde mágica en Toluca.