Rechaza Congreso local cambiar uso de suelo en predio de Chapultepec

Atiende sentencia de un juez regresando el área de 5 hectáreas a la categoría de área verde a ese terreno



El Congreso de la Ciudad de México rechazó la orden de un juez para cambiar el uso del suelo a habitacional de un terreno de 5 hectáreas incrustado en el bosque de Chapultepec y determinó dar salida jurídica al amparo concedido por el juzgador a la inmobiliaria Trepi, restituyendo el predio a su estado original, es decir, como parte del bosque de Chapultepec.

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Con una votación unánime de 61 votos a favor, emitidos por cédula secreta, se avaló el acuerdo de la Junta de Coordinación Política para preservar el predio ubicado en Montes Apalaches 525 como parte del pulmón más importante de la Ciudad de México.

Los diputados señalaron que el estado original del predio era de área verde y es a esa categoría al que se le regresará esta área.

“El Congreso de la Ciudad de México, en cumplimiento de lo ordenado por el juzgado cuarto de distrito en materia administrativa de la Ciudad de México, mediante sentencia interlocutoria de fecha catorce de abril de dos mil dieciséis, emitida en el incidente innominado del juicio de amparo 1327/2007…se pronuncia en el sentido de restituir el uso de suelo de ÁREA VERDE al predio ubicado en Montes

Apalaches número 525, colonia Lomas de Chapultepec, Sección Virreyes, Alcaldía Miguel Hidalgo, con el cual contaba desde el 16 de julio de 1987, fecha en que entró en vigor el Programa Parcial de Desarrollo Urbano de Miguel Hidalgo, y que es previo a la publicación en el Diario Oficial de la Federación del 10 de junio de 1992, del decreto por el que se declaró de utilidad pública el establecimiento de la zona prioritaria de preservación y conservación del equilibrio ecológico y área natural protegida en una superficie de 85-67-412.20 hectáreas”, señala el acuerdo avalado.

Sin embargo y pese a la seriedad del caso, algún legislador se dio el tiempo de “bromear” y junto con las 61 cédulas de votación introdujo una hoja con una leyenda procaz, lo que generó molestia entre los integrantes de la mesa directiva que tuvieron que leerlo.

Con una letra infantil se leía en una hoja “puto el que lo lea”, como si estuvieran en la primaria, aunque la broma no causó hilaridad en el resto de los diputados locales.