El Poder Judicial de la Ciudad de México tiene dos tareas prioritarias por delante: culminar la primera etapa de implementación del Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, e iniciar la transición hacia el nuevo modelo judicial local derivado de la reciente reforma, firmó Rafael Guerra Álvarez, presidente del Tribunal Superior de Justicia capitalino, durante la presentación del informe de seguridad de la ciudad.

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“Estamos preparados para continuar con este cambio”, sostuvo, al señalar que la institución se encuentra en una etapa de transición enfocada en modernizar el sistema de justicia e incorporar herramientas digitales que permitan agilizar los procesos y mejorar el acceso ciudadano.

El magistrado explicó que la implementación del nuevo código avanza de manera coordinada con el desarrollo de la justicia digital, que será un componente clave para consolidar un modelo más eficiente.

En paralelo, destacó que el Tribunal se alista para poner en marcha la reforma judicial local, que incluye la integración de 34 nuevos magistrados y 98 jueces electos por voto popular, la conformación del Tribunal de Disciplina Judicial —con cinco magistrados— y la creación de un nuevo órgano de administración que sustituirá al actual Consejo de la Judicatura.

Guerra Álvarez subrayó que estos cambios estructurales buscan fortalecer la transparencia, la rendición de cuentas y la confianza en el sistema judicial.

Aseguró, finalmente, que el Poder Judicial capitalino cuenta con las condiciones necesarias para asumir esta transformación institucional.