GABY SALIDO
En vísperas del 5º informe de gobierno, la 4T ha invadido radio, televisión y hasta redes sociales con mensajes de “buenos resultados”, destacando “prioridades” de su administración.
Sin embargo, antes de festejar el día del presidente, este 30 de agosto, es Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, contexto para evidenciar que el país, no va del todo bien.
Aunque la desaparición de personas ha incrementado a nivel mundial, y no es un problema que solo ocurra en México; este gobierno carece de cosas buenas por presumir al respecto.
Mientras en el año 2011, cifras oficiales reportaban poco más de 5,000 personas desaparecidas o ausentes; al día de ayer, la cifra es de 292,689 personas desaparecidas, no localizadas y localizadas.
Sobra decir que en esta administración, en 2019 y 2021 se dio la cifra más alta con 23,841y 23,665 personas desparecidas respectivamente.
De acuerdo con el Registro Nacional, del 01 de diciembre de 2018 al día de ayer, hay 112,041 personas; de las cuales 44,072 son “no localizadas”.
Es decir, 4 de cada 10 personas desaparecidas en el país, lamentablemente no vuelven a casa. La edad promedio es de 15 a 19 años en mujeres; y en el caso de hombres, de 25 a 29 años.
Se trata de hijos, hermanos o madres, con nombre y apellido, a quienes los esperas en casa, no solo son números.
Las prioridades en el país, sin duda son diversas y con objetivos claros: reducir brechas de pobreza, desigual y oportunidades… pero, ¿los familiares de las personas desaparecidas, cuándo?
Es común que los familiares pidan información y ser atendidos, pero encuentran en el mejor de los casos:
Así, en medio del ruido urbano se abren paso las voces de madres, padres, hermanos o amigos, que se niegan a ceder ante el cansancio, la indiferencia y la incertidumbre.
Son ellos quienes, de la angustia, el dolor y la esperanza hacen sus principales herramientas para encontrar la resiliencia forzada que, –autoridades y sociedad– les han obligadoalcanzar.
El Estado tiene una deuda con ellos, pues además de ser víctimas también, tristemente deben comenzar por sus propios medios la búsqueda de su ser querido, empeñando hasta su vida, de ser necesario.
En México, cada día desaparecen 27 personas, es decir, poco más de una persona por hora;mientras el Presidente recorre cada rincón del Palacio Nacional, para anunciar desde ahí, que todo va bien.
