Ante los “claro-oscuros” que ha presentado la economía mexicana en este año, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), considera que las políticas que adopte el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, tendrán un impacto relevante en México.
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Señala que si bien el régimen de tipo de cambio flexible permitirá que se absorban una gran parte de los choques que se generen a partir de dichas políticas, “la respuesta del gobierno y del sector empresarial en México será clave para mitigar los embates que se presenten y a la vez, permitan que nuestro país se continúe beneficiando de la ola de relocalización que propician las propias políticas de Trump”.
El organismo, que encabeza José Domingo Figueroa, indica que en el caso particular de la política monetaria, a pesar de que la inflación en México ha venido descendiendo, la volatilidad que ha generado la agenda de reformas legada del expresidente López Obrador y los comentarios del presidente electo Trump han puesto presión en el tipo de cambio peso-dólar.
“Esto pudiera desincentivar al Banco de México a acelerar el ritmo de baja de tasas. Sin embargo, no se aprecia que sea necesario considerar parar el ciclo de bajas como tal. Sobre todo, porque el consenso de analistas anticipa que se necesita continuar llevando la tasa de referencia a un nivel más acorde con las circunstancias económicas actuales, que no requieren de un nivel de restricción tan elevado”.
Lo anterior, al dar a conocer los datos de los indicadores IMEF Manufacturero y No Manufacturero del mes de noviembre que sugieren una ligera estabilización en la pérdida de impulso económico registrada en meses anteriores.
No obstante, indicó que “la señal continúa siendo de estancamiento o ausencia de sólida expansión tanto en el sector manufacturero como en el no manufacturero.
“Si bien ambos indicadores registraron un incremento respecto al mes de octubre, su nivel continúa siendo bajo, por lo que la lectura es de una ausencia robusta de dinamismo y, por lo tanto, de la posibilidad de que la economía cierre el año con una expansión moderada”.
Así, a pesar de haber registrado un incremento de 1.1 puntos respecto al mes anterior, el Indicador IMEF Manufacturero se situó por octavo mes consecutivo en zona de contracción (48.3 puntos, por debajo de la línea de los 50 puntos).
Señaló que las series de tendencia-ciclo y ajustado por tamaño de empresa se mantuvieron por debajo de la zona de expansión con niveles de 48.1 y 49.0, respectivamente.
“En conjunto, las cifras reflejan que la contracción del sector manufacturero prevalece”.
Por otro lado, el Indicador IMEF No Manufacturero aumentó 1.2 puntos, ubicándose en 50.5 unidades.
La serie tendencia-ciclo prevaleció sin cambio, en 50.1 unidades, mientras que la ajustada por tamaño de empresa se incrementó 0.8 puntos, situándose en 50.5 unidades.
“Las tres mediciones apenas fluctúan en torno al umbral de 50.0 unidades, por lo que la señal es de una muy ligera expansión o simplemente de una ausencia de sólido crecimiento”, aseveró el IMEF.
Observó que si bien los Indicadores de servicios y comercio aumentaron en noviembre, vienen de una contracción en el mes de octubre, y todavía no repuntan lo suficiente como para poder concluir que el cierre de año en estos sectores es suficientemente robusto.