POR AIDA RAMÍREZ

¿Por qué solicitó licencia?

El pasado 14 de marzo, una juez le impuso medidas cautelares durante los siguientes tres días, esto era firmar asistencia, pedir autorización para salir del país y la suspensión de sus actividades, y para el día 17 se presentó ante el juzgado en el Reclusorio Norte para celebrar audiencia.

El 18 de marzo se informó que José Medina, director general de Gobierno, era el encargado de despacho; y para el día 24, Cuevas Nieves acepta un acuerdo reparatorio con los tres elementos policiales a quienes presuntamente habría agredido y que conllevaba el pago de 30 mil pesos a cada uno; tomar sesiones con un sicólogo durante tres meses y no hablar de la situación durante los siguientes seis meses, además de respetar a los uniformados, sin que todo ello se considerara una aceptación o reconocimiento de la culpa.

Apenas el pasado 31 de marzo, la alcaldesa Sandra Cuevas Nieves ofreció una disculpa pública y ante los tres policías que la acusaron de abuso de autoridad, robo y discriminación, y a cuentagotas ha retomado sus actividades públicas.

Entonces, aseguró que al siguiente día, esto es, el 25 de marzo, ya estaría trabajando a partir de las 05:30 de la mañana, haciendo el recorrido correspondiente por una de las colonias de la Cuauhtémoc.

Retoma actividades

Así, se informó que a la hora prevista se reunió con su personal más cercano, para después iniciar su recorrido matutino por la colonia Santa María la Ribera, donde dio instrucciones de trabajo y mantenimiento.

Después se trasladó a la Unidad Habitacional La Fortaleza, en la colonia Morelos para dar continuidad al programa Vivienda Bonita; luego fue a la calle de Doctor Martínez para supervisar una obra mayor; en el parque Ramón López Velarde en la colonia Roma, supervisó trabajos.

No obstante, el 29 de marzo tuvo que acudir al juzgado del Reclusorio Norte para una audiencia a las 09:00 horas; anunció la instalación de la línea “Corruptel” para denunciar a funcionarios públicos que incurran en actos fuera de la ley y desmintió una acusación por el presunto delito de secuestro y que existiera una carpeta de investigación al respecto.

Luego, el 31 de marzo tuvo que ofrecer disculpas ante los policías presuntamente agredidos por ella, dentro del juzgado, para zanjar de una vez por todas, este caso.

El 4 de abril se presentó en la conferencia matutina de la Unión de Alcaldes de la Ciudad de México (UNACDMX); y el día 9 de este mes, presentó el operativo Muralla Semana Santa en la alcaldía Cuauhtémoc en conjunto con las demarcaciones Benito Juárez y Miguel Hidalgo.

Para el lunes 11 de abril, nuevamente estuvo en la conferencia de la UNACDMX, y el pasado miércoles “retomó su agenda pública”, con la visita de La Fortaleza, en la colonia Morelos-Peralvillo, en el Barrio de Tepito, donde llevó a cabo acciones de mejoramiento de vivienda para insertar a la demarcación en la Agenda 2030 y los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU.

Si bien poco a poco ha retomado de manera pública sus actividades como alcaldes, pendiente están aún de resolverse por lo menos cinco denuncias que se presentaron en la Contraloría General del gobierno capitalino.

Una es por haber regalado dinero a sus simpatizantes, el pasado 28 de febrero, cuando desde un balcón de su oficina en el edificio de la alcaldía, habría aventado al menos 10 pelotas cada una con un billete de 500 pesos.

Y otra más que supuestamente ya derivó en una denuncia penal presentada ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y que estaría relacionada con faltas a la Ley de Responsabilidades Administrativas, así como con sus ingresos, patrimonio y manejo de recursos públicos.

De todas estas indagatorias la autoridad aun no da a conocer los resultados.