Fracaso rotundo y ridículo histórico de Estados Unidos. El supuesto nuevo gigante de la Concacaf y tres veces Campeón de este torneo, perdió 2-1 con Canadá que le ganó el tercer lugar de la Nations League en el SoFi Stadium de Los Ángeles.

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Una de las presentaciones más pobres en la historia reciente del conjunto estadounidense y una mancha enorme en la incipiente era de Mauricio Pochettino como entrenador de ese país.

El técnico argentino no ha podido hacer que la tan cacareada “generación dorada” de Estados Unidos, que se supone peleará por ganar el Mundial el próximo año en su territorio, juegue ya no se diga de manera brillante, sino al menos con una idea clara de juego.

Un Final Four muy pobre de futbolistas de la talla de Christian Pulisic, Weston McKennie, Josh Sargent, Tim Weah, el arquero Matt Turner, Gio Reyna y compañía, quienes se supone son lo mejor que ha dado Estados Unidos en cuanto a futbol se refiere.

Peor aún, si a este resultado se le dan tintes políticos, en medio de la tensa relación bilateral que hay entre Estados Unidos y Canadá con la imposición de aranceles por parte de Donald Trump y la consiguiente respuesta de Justin Trudeau; al menos en lo que ellos conocen como Soccer, los de la Hoja de Maple ya les cobraron carísimo.

En este encuentro, los canadienses se pusieron arriba en el marcador al minuto 27′, por medio de Tani Oluwaseyi y luego de que apenas a los 12 minutos, su principal figura, Alphonso Davies, se fue lesionado.

Estados Unidos reaccionó pronto en la parte inicial por medio del delantero Patrick Agyemang, quien se combinó con el méxico-estadounidense Diego Luna, para poner el 1-1. Por cierto, ambos jugadores de la MLS, porque toda la legión europea de este equipo, fue simplemente paupérrima en este Final Four.

En la segunda mitad, los “locales” se apagaron por completo; el equipo de Pochettino mostró sí ganas de ir hacia adelante, pero cero ideas creativas en el campo, nulo vértigo y para nada demostró por qué este equipo apenas hace un año en este mismo certamen, aplastó al Tri.

El goleador canadiense del Lille, Jonathan David, metió el 2-1 luego de una gran acción individual dentro del área, pero también gracias a la muy pobre marca estadounidense. De ese gol, ya jamás se pudieron levantar.

Por cierto que el arbitraje fue de la silbante mexicana Katia Itzel García, con las asistentes Sandra Ramírez y Karen Díaz, también nacionales, todas ellas de gran trabajo. La jueza central expulsó al técnico de Canadá, Jessie Marsch en la segunda parte, porque se volvió loco al reclamar un penal inexistente sobre el delantero David.

Este es un mazazo durísimo para el proyecto que la US Soccer pretende afianzar rumbo a la Copa del Mundo, porque ni siquiera con haber cambiado de técnico con la salida de Gregg Berhalter, quien hizo también otro ridículo en la Copa América al quedar en fase de grupos, este equipo levanta al haber contratado a un entrenador carísimo como Pochettino, quien no ha demostrado tener los blasones para dirigir a una Selección Nacional.

Ahora, el único objetivo que le queda a los del Tío Sam es ganar la Copa Oro en el verano, si bien habrá que ver si Mauricio Pochettino puede convocar a todas sus figuras europeas, ya que al mismo tiempo se jugará el Mundial de Clubes, también en Estados Unidos, amén de que varios más deben hacer pretemporada con sus equipos.

Y además de eso, para ganar ese torneo de la Concacaf, deberá superar ya no se diga a México o Canadá, sino a la propia Panamá que los echó en semifinales del Final Four y que también les ganó en la fase de grupos de Copa América.