JOSÉ ANDRÉS DÍAZ
Foto: Twitter @miseleccionmx
Cambiaron al técnico, cambiaron algunos jugadores, pero la Selección Mexicana es peor a la que fracaso en Qatar 2022. Estados Unidos lo arrastró 3-0 y además de dejarlo fuera de la Final de la Nations League de Concacaf, puso desde ya en entredicho la continuidad de Diego Cocca al frente del Tri, así apenas fue su sexto juego en el cargo de director técnico.
Está claro que no importa qué entrenador sea, el conjunto nacional juega a nada. Endeble en línea defensiva, desconectado en medio campo y totalmente inoperante al ataque, la Selección Mexicana post desgracia del Mundial sigue sin encontrar las directrices para regresar del hoyo que cada vez es más profundo y del cual es cada vez más difícil de salir.
La noche del jueves 15 de junio del 2023, quedará registrada como uno de los pasajes más vergonzosos en la historia del Clásico de Norteamérica para México, donde su eterno rival lo paseó en el campo, lo exhibió de manera notable y lo dejó aún más lastimado de lo que ya venía desde la era de Gerardo Martino.
Termina el partido en Las Vegas. pic.twitter.com/42Uj5Yx82R
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Peor aún, porque los propios jugadores mexicanos arrastraron el poco prestigio que tiene el Tri, con acciones llenas de frustraciones como las que hicieron César Montes y Gerardo Arteaga, que terminaron expulsados sin mostrar dignidad deportiva al crear peleas de perros donde no tenía que haberlas.
Un Estados Unidos que hombre por hombre fue mejor, que incluso con el técnico interino del interino y que en medio de una crisis interna en su federación, fue demasiado equipo para un México que confirmó atraviesa el peor momento en su historia dentro del fútbol profesional.
Las individualidades y el colectivo del acérrimo rival fueron mucho para la escuadra mexicana, a la que Diego Cocca presentó con Guillermo Ochoa en la portería, línea de tres defensores con César Montes, Israel Reyes y Víctor Guzmán, mientras que Jorge Sánchez y Jesús Gallardo en las laterales.
Con un medio campo que buscaba priorizar la posesión de balón entre Edson Álvarez, Luis Chávez y Orbelín Pineda, mientras que adelante conectar con Uriel Antuna y Henry Martín. Después entró Santi Giménez pero tampoco pudo hacer nada.
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Pero eso nunca pasó; todas las líneas mexicanas fallaron. Absolutamente todas ante un Estados Unidos que siempre jugó fácil, efectivo, brillante y que echó por delante la paternidad y superioridad que ya desde hace años tiene en la Concacaf y por supuesto ante México.
Un 3-0 en contra de una Selección Mexicana que si acaso jugó bien diez minutos en todo el partido y después los goles en contra cayeron por errores de hombres experimentados como Edson Álvarez y César Montes, pero en general de todo un equipo paupérrimo en todas sus líneas.
Doblete del Capitán de Estados Unidos, Christian Pulisic al 37′ y al 46′. En su primer gol falló el mediocampista del Ajax al querer retrasar una pelota y en el segundo, erró César Montes al salir totalmente a destiempo y dejar que la jugara se desarollara hasta que Tim Weah le metiera un centro a placer a Pulisic.
El tercer gol estadounidense fue al 79′ de Ricardo Pepi, el mexico-americano que no quiso jugar con el Tri, en una jugada en la que remató dentro del área y tuvo que ser validada por el VAR.
México terminó con nueve hombres; Estados Unidos también por las rojas a Weston McKennie y Sergiño Dest, quienes se vieron involucrados en las peleas con los jugadores mexicanos.
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🇺🇸 Ricardo Pepi scores to extend Team USA's lead to 3-0. | #CNLFinals23 pic.twitter.com/LvBAaXcybS
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Y si de por sí la noche era ridícula para México, la afición también colaboró porque en los últimos minutos el juego tuvo que detenerse toda vez que se escuchó el grito homofóbico, por lo que el protocolo se activó por el árbitro salvadoreño Iván Bartón.
Así, México fue aplastado por su máximo rival, que lo paseó, lo exhibió, lo avergonzó y lo frustró de manera tal que el panorama para el Tri luce cada vez más triste, preocupante y lleno de muchísimas dudas sea con Diego Cocca en el banquillo o quien se quiera aventar al hoyo en el que está la Selección Mexicana, sin dudas, el peor en su historia.
