Román Bravo-Young: de los consejos de su abuelo en Arizona, a París 2024: “Representar a México es la mejor decisión”

Román Bravo Young calificó a los Juegos Olímpicos en la categoría de los 57 kg en estilo libre



Martín Avilés

Cuando Romego Young decidió marcharse, fue su abuelo Michael Bravo quien se hizo cargo del pequeño Román. Mike —o ‘Tata’, como le decía cariñosamente su nieto— era un obsesionado entrenador de lucha en preparatorias de Arizona. Al no tener quién lo cuidara, la vida de Román Bravo-Young cambió para siempre al tener que acompañar todos los fines de semana a su abuelito a competencias. Pero de no haber sido así, el mexicoestadounidense no estaría a punto de participar en unos Juegos Olímpicos con la bandera tricolor en el pecho.

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‘RBY’, como lo llaman afectuosamente, estaba predestinado a luchar. Su padre Romego fue dos veces campeón estatal en Sunnyside High School, mientras que su abuelo lo hizo en Tucson High, para luego convertirse en un prestigioso entrenador en Cholla y Sunnyside. Pero si bien la sangre de una estirpe luchadora siempre ha corrido por sus venas, fue esa inminente cercanía con su ‘Tata’, lo que definió su destino.

Bravo-Young tenía solo seis años cuando comenzó a trotar en el Picacho del Centinela bajo las duras condiciones del verano en Arizona con Mike Braco detrás de suyo abordo de su auto, desde donde lo presionaba entre gritos para que diera un poco más. Ese extra que hoy lo tiene a escasos días de representar al país de origen de su abuelo en París 2024.

“Él me ponía a hacer cosas que otros niños no podían hacer, desafíos. Siempre trabajé duro pero él me hacía darme cuenta de que hacía ejercicios equivocados y me empujaba fuerte y me seguía en el auto gritando cuando ya no podía y creo que todas esas cosas me hicieron quien soy ahora”, recuerda ‘RBY’ en exclusiva para OVACIONES.

Es tal la influencia de su abuelo en la vida del ahora luchador de 25 años, que cada vez que salta al tapiz, por su mente pasan esos consejos que le dio una y otra vez hasta convertirlos en ese mantra que le da claridad cuando más oscuro parece el panorama.

“‘Puedes dar, siempre puedes dar más en el deporte y en la vida, debes tener la cabeza trabajando sin importar nada y los resultados llegará eventualmente’. Y en semifinales, campeonatos, el año pasado; ahora iré a París, todo ha sido por precisamente trabajar así y estoy orgulloso”, responde Román, cuestionado sobre el mejor consejo que le dio su abuelo y mejor maestro.

Román destacó tanto en la lucha estilo folk style durante la preparatoria, que fue buscado por Penn State, universidad en la que labró una estupenda carrera de cinco años, reconocido en cuatro ocasiones como un All-American, así como también fue tres veces campeón de Big Ten y dos veces campeón nacional. Pero cuando buscó el tricampeonato nacional se quedó al perder el combate por el título de estilo libre contra Vito Arujau de Cornell y así perdió una racha de 56 victorias, que lo dejó con un récord absoluto de 101-10 con los Nittany Lions.

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“En la Universidad no luché estilo libre por un tiempo. Me enfoqué solamente en mi carrera universitaria y me concentré completamente en eso. Ahora decidí tomar este camino de la lucha estilo libre y creo que es mi mejor decisión. Tengo muchos años en este deporte por delante y mi meta es esa”, cuenta.

Fue recién durante el verano del año pasado, cuando Bravo-Young anunció que representaría a México en la lucha estilo libre, decisión que tomó al ser el país natal de sus abuelos. Recién en marzo de este año, ‘RBY’ compitió en el Torneo de Clasificación Olímpica Panamericana, donde después de las victorias sobre Enrique Herrera y Pedro Mejías, derrotó a Óscar Tigreros para sellar su boleto a los próximos Juegos Olímpicos.

“Es muy importante representar mi herencia, especialmente para mis abuelos que nacieron en Sonora. Así que representar a México es la mejor decisión para mí. Estoy emocionado y me siento más que bendecido de representar a México. Siempre voy a dar lo mejor de mí y representarlo con nada más que orgullo. Con mucha garra y determinación, realmente voy a luchar con todas mis fuerzas. El objetivo que tengo para toda mi carrera es traerle a México una medalla. Estoy emocionado porque inicie la competencia, me siento genial. Voy a dejarlo todo allá afuera”, asegura.

Recién el luchador de origen mexicoestadounidense ganó la medalla de oro en la categoría de los 57 kg en el Abierto de Luchas Asociadas de Polonia 2024 celebrado en la ciudad de Varsovia. Lo hizo por superioridad técnica sus dos combates, mismos que le valieron para confirmarse como una de las cartas fuertes de la Delegación Mexicana que participará en la próxima justa veraniega. Pero ni con esa inercia se aventura a vaticinar su resultado final en París.

“No lo sé, si lo supiera podría dar una respuesta, pero estoy realmente emocionado, estoy dando todo de mí. Estoy emocionado por salir y competir. Entrené toda mi vida para momentos como este, así que estoy sin presión. No lo voy hacer más grande de los que es, así que voy a dar lo mejor de mí en la competencia. Mi trabajo, puedo prometer que daré lo mejor por México, no sé por cuántos años pero pasará”, garantiza.

Esta disciplina está programada para desarrollarse del 5 al 11 de agosto en la Chap-de-Mars Arena, donde aquel niño que a los 5 años participó en su primer torneo y lo ganó pese a no haber entrenado jamás, buscará volver a casa con una presea que llene de orgullo a todo un país y más allá de las fronteras, porque del otro lado del desierto, hay toda una comunidad a la que también representa, por más que ni de un lado ni de otro se les reconozca plenamente.

“Absolutamente, hay una gran comunidad mexicana allá y están emocionados y orgullosos de que voy en este camino a representar a la lucha mexicana. Desde que estaba en Penn State en lucha y tenía conmigo el legado de ser mexicano, siempre he tratado de dar lo mejor por eso mismo y daré lo mejor de mí en mis próximos años de carrera”, finaliza.