EFE
Foto: Reuters
Las fuerzas rusas bombardearon varias ciudades de Ucrania, entre ellas Kiev, para lo que emplearon incluso cuatro misiles hipersónicos Kinzhal, mientras en tierra las tropas ucranianas prosiguieron sus ataques contra las posiciones del Ejército ruso en varios frentes.
Uno de los misiles hipersónicos fue derribado en las afueras de la capital ucraniana, mientras que los otros tres impactaron junto al aeródromo de Kolomya, en la región de Ivano-Frankivsk, en el oeste del país, informó la Fuerza Aérea de Ucrania (FAU).
El portavoz de la FAU, Yuri Ignat, indicó que el ataque a Kolomya estaba dirigido contra los jóvenes pilotos ucranianos que “pronto van a viajar al extranjero a recibir instrucción” para pilotar otros tipos de aviones, “en primer lugar, F-16”.
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“De esta manera, el enemigo quería atacar a nuestra juventud, privándonos así de las perspectivas de un mayor rearme con los últimos modelos de aviones occidentales”, agregó
Según las autoridades de Ivano-Frankivsk, un niño de 8 años murió en ese ataque.
En total, anoche fueron atacadas nueve regiones de Ucrania, siendo la más castigada la región meridional de Zaporiyia, donde hubo bombardeos en 23 localidades en los que murieron dos personas y 21 resultaron heridas.
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Pero las amenazas aéreas también se extienden a Rusia: el aeropuerto moscovita de Vnúkovo suspendió durante una hora las salidas y llegadas de vuelos por “motivos de seguridad” y reanudó las operaciones después de que se informara del derribo de un dron en el este de Moscú, que no causó víctimas ni daños materiales.
Este jueves, un incidente similar llevó al cierre temporal de Vnúkovo y también de Domodédovo, otro de los tres principales aeropuertos de Moscú.