¿Se acabó el negocio? Solo se ocupó el 28% del Rose Bowl, una de las peores asistencias para ver al Tri

Se trata de uno de los peores registros de aficionados para un partido de la Selección Mexicana en Estados Unidos



Foto: X @miseleccionmx

La desoladora imagen de un semi vació Rose Bowl Stadium de Pasadena, California, es el epítome de todas las malas decisiones que llevaron a la Selección Mexicana de Futbol a caer en un profundo bache donde sigue atorada, a la espera de que Javier Aguirre la rescate. Por lo pronto, México goleó 3-0 a Nueva Zelanda en el inicio de la tercera etapa del entrenador, pero el hartazgo de la afición mexicana se hizo evidente al registrar una de las peores asistencias para un partido del Tri en Estados Unidos.

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La tarde del sábado 7 de septiembre ante los All-Whites en Pasadena, solamente acudieron 25 mil 271 personas a un estadio con capacidad para 89 mil 702 asistentes, es decir, tan solo se ocupó el 28% de los asientos disponibles en el inmueble. Se trata de una de las peores taquilla en los últimos cinco años en territorio estadounidense para la Selección Azteca.

La cifra es ya la peor en lo que va de un 2024 en el que el combinado tricolor ha ido en picada, luego de que en la Nations League volvió a perder una Final contra Estados Unidos, mientras que la Copa América 2024 representó el acabose de la paciencia de los directivos al no pasar siquiera de la Fase de Grupos, lo que derivó en el cese de Jaime Lozano y el regreso del bombero favorito nacional, ‘Vasco’ Aguirre, a la dirección técnica en busca de revertir el alarmante mal paso de la Selección.

“La afición es soberana y espera a cambio de su entrada algo. Es el primer paso. Como vayamos haciendo camino, generosos, entregados, la gente va a empezar a acercarse. En el entendido que 25 mil no es mala cifra, en la medida que vayamos creciendo, se irá acercando cada vez más a lo que la gente quiere”, comentó al respecto Aguirre tras el triunfo mexicano en su tercer debut al frente del equipo en el Rose Bowl.

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Precisamente en ese estadio, la peor entrada durante un partido de los verdes se dio el 21 de enero de 1997, en un amistoso contra el Perú, con solo 17 mil 342 espectadores. A lo largo de territorio estadunidense, donde la nobleza de los aficionados cuya nostalgia por su país los hace pagar una fuerte suma de dólares para entrar al estadio y eso se ha convertido en negocio redondo para la Selección, la peor asistencia en este último lustro fue ante Panamá, por el tercer lugar en Concacaf Nations League 2023, cuando México ya no podía pelear por el título.

Para aquel duelo se vendieron cerca de 35 mil boletos, pero poco menos de 15 mil atendieron al llamado del combinado nacional. Otra entrada casi tan mala fue la que se dio en el enfrentamiento entre el Tri y Guatemala por la Copa Oro 2021, con 15 mil 391 aficionados en el Cotton Bowl de Dallas. Finalmente, durante partido ante los canaleros durante 2021 en Austin, con apenas aforo de 17 mil 202 presentes, es el otro más desolador aforo para un juego de México.

A medida que ‘Vasco’ Aguirre y su mano derecha Rafa Márquez logren implementar un sistema de juego capaz de dar un vuelco a los malos resultados, la gente seguramente volverá a los estadios. Mientras tanto, estas bajas cifras son un llamado a los de pantalón largo para dar un giro al manejo de una Selección cada vez más alejada de ese buen futbol que le caracterizó unos años atrás.