El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) estimó que en el periodo octubre-noviembre de este año, el consumo privado, el que ha sido motor de la economía desde el sexenio pasado, se ha estancado en el último tramo del año.
Lo anterior, al señalar que en octubre pasado, el Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP) en el país registró un descenso de 0.1%, en comparación con septiembre anterior; mientras que para noviembre, considera que el indicador mantendrá el mismo nivel de un mes antes, por lo que se habrían estancado con cifras ajustadas por estacionalidad.
De esta forma, ventas especiales como el día del soltero o “singles day”, El Buen Fin, la cyberweek, entre otras, no impulsaron las ventas como se esperaba.
Asimismo, según los datos del INEGI, estos movimientos suponen que la variable tuvo un crecimiento interanual de 1.9% en octubre y de 1.5% en noviembre.
Con lo anterior, el estancamiento mensual del consumo abonaría así a la desaceleración anual de la variable, que en noviembre habría tenido su desempeño más débil desde febrero del 2021, cuando todavía se resentían los efectos del Covid-19 y caía a un ritmo de 5.4 por ciento.
A lo largo del 2024 la trayectoria del consumo privado, que es el componente más importante de la demanda agregada y el de mayor aporte al PIB por el lado del gasto, ha sido de cierto dinamismo durante el primer trimestre del año, desaceleración en el segundo y una ligera recuperación en el tercero.
De acuerdo con la última serie desestacionalizada del IMCP (al mes de septiembre), el crecimiento trimestral del primer cuarto del año fue de 0.7%, mientras que en el segundo se redujo a 0.3% y en el tercero hubo un repunte a 0.9 por ciento.
Pero los datos del IOCP para octubre y noviembre señalan un nuevo freno en el consumo, pues la caída de 0.1% y la variación nula que se esperan para ambos períodos, respectivamente, se suman al descenso de 0.3% observado en septiembre.
De forma acumulada, hasta septiembre el consumo privado había crecido 3.7%, frente al avance de 4.2% del periodo enero-septiembre de 2023.
Analistas como Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE, indican que las ventas minoristas del país se han visto afectadas por la alta inflación, la depreciación del peso, la baja creación del empleo, el incremento en la subocupación laboral, el deterioro de las expectativas económicas, así como la inseguridad pública en algunas ciudades del país.
“Se espera que en 2025 las ventas minoristas mostrarán una caída de 2.0 por ciento. Para 2024 se estima una caída de 0.9%”, estimó.

Foto: Cuartoscuro.com 


