Se incrementa la deuda pública en sexenio de AMLO

31, octubre 2022

AIDA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

La proyección de los ingresos públicos para financiar el gasto público propuesto para el año 2023, penúltimo del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, “se hizo bajo supuestos optimistas, sin la necesidad de planear un déficit ‘excesivo’, que implicara un aumento importante de la deuda pública como porcentaje del producto interno bruto” y con sesgos netamente electorales, advirtió el Centro de Estudios Económico del Sector Privado (CEESP).

Por ello, observó, se propone un endeudamiento público de 1.2 billones de pesos “que es elevado como se quiera ver, incluso superior al de gobiernos previos”, por lo que no se descartan riesgos de insuficiencias y, con ello, recortes al gasto público.

De acuerdo con la proyección del gobierno que sustenta a la LIF (Ley de Ingresos de la Federación) en su versión más amplia -el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público- en 2023 alcanzará 15.5 billones de pesos lo que significa que en cuatro años de gobierno la deuda total habrá aumentado en cinco billones de pesos o casi 50 por ciento, tirando la afirmación del presidente Andrés Manuel López Obrador de que “no hay deuda nueva”.

“El déficit de ingresos respecto al gasto público planeado para 2023 es históricamente alto. Asciende a 1.2 billones de pesos. La deuda pública habrá de aumentar precisamente en ese monto, lo que contrasta con el discurso oficial, que sostiene que no hay endeudamiento o deuda pública nueva”, indicó en su análisis semanal el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

En ese sentido, se destaca que el endeudamiento público “es elevado”, ya que en todo el sexenio pasado la deuda aumentó 4.7 billones, en el antepasado en 2.8 billones y en del de 2000-2006 en 1.1 billones.

De ahí que la LIF aprobada “presenta riesgos de insuficiencia de ingresos públicos recurrentes y de falta de recursos precautorios, mientras que el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) favorece fuertemente los objetivos políticos gubernamentales más que las necesidades sociales más evidentes”.

El CEESP sostiene que en la LIF, propuesta y aprobada, se refleja la debilidad de las fuentes de ingresos recurrentes a pesar de la política tributaria instrumentada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) –que es la de la intimidación y que sin duda ha contribuido de manera importante en la recaudación de recursos-.

Agregó que aún bajo el pronóstico optimista, la previsión de ingresos totales respecto a lo estimado para el 2022 es modesta, con un aumento de 0.8 por ciento, que en términos absolutos implica 390 mil millones de pesos.