El encargado del despacho de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Ulises Lara, aseguró que de haber permitido que se detuviera a Javier Corral, ex gobernador de Chihuahua el miércoles por la noche en el restaurante Gin Gin, ubicado en la colonia Roma, en la Ciudad de México, se habría incurrido en el delito de privación ilegal de la libertad y rechazó que su presencia se tratara de “un rescate”.
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Lo anterior, argumentó, porque la fiscalía Anticorrupción de Chihuahua intentaba cumplimentar una orden de aprehensión y la fiscalía capitalina, aseguró, apenas había sido notificada minutos antes, por lo que no había aceptado en ese momento trabajar en colaboración para detener al ex funcionario por haber cometido, presuntamente, actos de corrupción.
“El oficio fue recibido por la Dirección General de Atención y de cumplimientos de ordenamientos Judiciales a las 20:16 horas es decir solo unos minutos antes de que se buscará ejecutar el mandamiento judicial, por lo que aún se encontraba en proceso de atención sin una respuesta oficial de tal forma que es fundamental reiterar que el personal ministerial del estado de Chihuahua no contó en ningún momento con el oficio de colaboración que se requiere para llevar a cabo una diligencia fuera de su jurisdicción”.
Dijo que sólo se trataba de un documento interno por lo que en ninguna circunstancia tienen “facultad para irrumpir en una entidad foránea y con ello violentar su soberanía y mucho menos a cumplimentar un mandamiento de igual forma es imperativo manera formal”.
En cuanto a las declaraciones de diversos sectores que lo señalan de haber acudido al lugar para ir a rescatar a Corral Jurado, argumentó que no se puede aprehender a una persona sin que antes se agoten “las formalidades esenciales del procedimiento”, ya que de lo contrario se interpretaría como “privación ilegal de la libertad, acto constitutivo de delito y que además violenta el debido proceso, lo que hubiera resultado en una declaratoria de ilegal detención y una probable acción penal en contra de los agentes ministeriales de Chihuahua.
Sobre su presencia en el lugar, dijo que se debió a que integrantes del equipo de trabajo de Corral Jurado lo buscó para solicitar su apoyo, ya que de acuerdo con la versión que le dieron, se habían presentado personas armadas con el objetivo de detenerlo.
Aseguró que después de revisar la situación del ex funcionario determinó ir al restaurante para señalar que en ese momento no iban a colaborar con la Fiscalía y le ofreció al ex gobernador llevárselo de ahí, propuesta que aceptó y después de presentar una denuncia en contra de la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos y del fiscal del Estado, Abelardo Valenzuela Holguín, “se retiró”.
Sin embargo, el encargado de la fiscalía aseguró que respeta a las fiscalías, principalmente a la de Chihuahua, a la que dijo, “refrendamos nuestra buena fe para colaborar con todas las autoridades para caminar juntos por un México más justo en el marco de la Ley”.
