Después de que la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, firmó el Decreto en Materia de Protección Animal para la ‘Prohibición de Corridas de Toros con Violencia‘ en esta capital, que fue publicado en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, hubo dos reuniones de profesionales en el ‘Arte de Cúchares‘ muy importantes.
La primera se llevó a cabo el mismo día en que Brugada Molina signó el documento que condena a su extinción al toro de lidia, porque cuidarlo para otro fin que no sea el espectáculo taurino no es redituable y no hay bolsillo que lo soporte. Un ‘valor agregado‘ de las reses bravas es que su carne también es para el consumo humano, pero su auténtico fin está en la tauromaquia en la que muchas personas se benefician de manera económica.
En esa junta de emergencia, que tuvo como sede las instalaciones de la Asociación Nacional de Matadores de Toros, en la calle de Atlanta 133 a un costado del Centro de Espectáculos La México (antes conocida como la Monumental Plaza de Toros México) se dieron cita una gran cantidad de toreros, así como el presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, y los dos directores ejecutivos de los escenarios taurinos más importantes de nuestro país.
Entre otros temas, la reunión gravitó en la urgente necesidad de cerrar filas de manera real y coordinada para afrontar los embates prohibicionistas.
Si esa junta con personajes de primera línea dentro de la tauromaquia azteca da cuenta del difícil momento que atraviesa la fiesta brava mexicana, la reunión que se dio días después por los rumbos de Polanco, con los hombres fuertes de las empresas más sólidas del país terminó por encender los focos rojos. La cosa no está sencilla y lo saben.
Con una tendencia ‘woke‘ a nivel mundial no es fácil la defensa del espectáculo más joven de los espectáculos antiguos. Y no es sencillo, porque ahora mismo el grueso de gente se niega a ver la realidad tal cual es.
Desafortunadamente, un sector de la clase política, carente de propuestas que auténticamente beneficien al país, prefiere irse por el camino fácil de los temas que generan controversia en los medios de comunicación.
Pero les pasa de noche que la naturaleza no entiende de susceptibilidades, de tal suerte que un caballero que se asume como mujer, eventualmente podría morir de cáncer de próstata, pero jamás perderá la vida por cáncer de matriz. Algo similar ocurrirá con la fiesta brava si la clase política no toma con seriedad el tema taurino: sin corridas de toros se extinguirá el toro de lidia, así de sencillo y si no, al tiempo.
Para defender la tauromaquia, egos y orgullos deben hacerse a un lado. No habrá ‘un salvador‘. Si los profesionales quieren ganar esta batalla, que se antoja harto difícil, es menester que todos, los de arriba, los de en medio y los de abajo, cierren filas. La unión hace la fuerza. Desde hace tiempo se les dijo que en la desunión estaba su ‘talón de Aquiles‘.
Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Y si el gobierno de la CDMX va tras el edificio de la Asociación Nacional de Matadores?