Sean Payton ha reído al último ante los New Orleans Saints. Luego de su ruptura más de dos años atrás, el ahora entrenador en jefe de los Denver Broncos regresó al Caesars Superdome entre abucheos, mismos con el triunfo en el bolsillo ante su exequipo. El equipo se impuso por 33-10 en el Juego de Jueves por la Noche, mismo que dio inicio a la Semana 7 de la temporada 2024 de la NFL.

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Payton renunció en 2022 a los Saints y volvió por primera vez en más de dos años a Louisiana para enfrentar a su exequipo. La que fuera su casa durante 15 años era el head coach fue más tierra fértil para Denver, que detectó las debilidades de los Saints y atacó con fuerza, sobre todo entre los amplios carriles que dejó por tierra.

Los de Colorado terminaron el encuentro con un total de 223 yardas terrestres y con el corredor Javonte Williams como figura, como hace tiempo no lo hacía. El jugador registró 88 yardas y logró llegar en par de ocasiones a la zona prometida. Bo Nix también aportó a la cuenta con 75 yardas terrestres. Con ello, escondió sus falencias por aire para liquidar a su rival, y a pesar de las 164 yardas y ausencia de touchdowns, no tuvo intercepciones y no cometió errores.

El pateador Will Lutz, un viejo conocido en esas tierras, convirtió sus cuatro intentos de gol de campo. Pero fue la defensiva la que dio la cara al poner puntos en la pizarra gracias a un pick six. Si bien los Saints no contaron con Derek Carr, murieron de nada.

Sin Carr, el mariscal de campo novato Spencer Rattler tomó los controles y terminó el partido con un total de 172 yardas, número poco alentador si se toma en cuenta que en su debut, el partido pasado, dejó mejores sensaciones.

El quarterback se vio presionado en todo momento por la frontal de Denver, quienes lo capturaron en seis ocasiones y forzaron un intercambio de balón. La noche tampoco fue productiva para Alvin Kamara, el corredor, de gran campaña, apenas sumó 10 yardas en siete acarreos y no fue factor por aire, con 14 yardas en seis recepciones.

Con su mejor arma neutralizada, quedó un ataque plano y sin capacidad de sorprender a la aplicada defensiva de Denver. Solo pudieron llegar a las diagonales sobre el final, en el tiempo basura, con un TD de Cedrick Wilson. El desastre de los Saints es más serio de lo esperado y Dennis Allen parece entrar en una zona en la que cada día puede ser el último.